Carlos Girotti es sociólogo e integrante de "Carta Abierta", espacio de intelectuales formado durante la crisis del campo con el gobierno a raíz de la resolución 125. Ayer tuvo a su cargo una charla-debate en el CMC.
Girotti estuvo en los estudios de Radio Noticias y fue consultado por la actualidad del país, de cara a las elecciones legislativas nacionales del 28 de este mes.
Recordó que visitó Santa Rosa en pleno conflicto campo-gobierno "cuando arreciaba el clima destituyente" y que pudo reunirse con "compañeros y compañeras que estaban aunados en esta voluntad de defender al gobierno democrático y popular de Cristina Kirchner, ante una embestida de las grandes patronales agropecuarias que fue lo que dio inicio al espacio "Carta Abierta", como una reacción ciudadana, plural, democrática y participativa en defensa de un gobierno democrático amenazado".
Este espacio "escapa a todos los libretos, porque no es un partido político, ni una ONG, no es un sindicato, no es una central de intelectuales, no es una entidad confesional, es una iniciativa ciudadana que viene a conformar un nuevo modo de intervención en la realidad política".
Girotti aclaró que "no hay requisitos" para ingresar a "Carta Abierta", que actúa a través de sus asambleas y sus escritos públicos. "Si uno entiende que ese universo configurado por la dinámica asamblearia de "Carta Abierta", con la participación plural y horizontal que ha conjugado biografías, lenguajes, concepciones diversas de la política y de la realidad, si está de acuerdo con que eso es posible, uno es "Carta Abierta"; es increíble, pero es así".
¿Qué implican las elecciones legislativas nacionales? "En un encuentro nacional de "Carta Abierta", la semana pasada, la consigna fue: "Profundización de los cambios o restauración conservadora. Un dilema de América Latina". Las alternativas que vive la sociedad argentina no son diferentes a las que viven las de los países hermanos y la profundización de los cambios o la restauración conservadora está planteada en toda la región".
2003.
En la Argentina, resaltó el sociólogo Girotti, "hay un período histórico que se inicia en 2003, con el gobierno de Néstor Kirchner, y el hecho de que se hayan construido cambios que alteraron la realidad política, social, económica y cultural de nuestro país, hoy requieren que sean profundizadas, avanzar aún más, porque lo que está en juego es la construcción de un país distinto"."Quienes pretenden restaurar un orden que ha sido puesto en cuestión por la crisis mundial, lo que buscan es volver a ese viejo orden que la crisis cuestiona".
-Los intelectuales y pensadores salen a defender el gobierno de Kirchner, pero el PJ pampeano no lo defiende. ¿Qué toca este gobierno que tiene tanto nivel de oposición que incluye hasta el oficialismo?
-Horacio González, miembro fundador de "Carta Abierta" publicó en "Página 12" una nota sobre "Ser opositor". Recomiendo su lectura. ¿Qué dice Horacio? Que opositores son aquellos que están cuestionando al oficialismo, al gobierno, y los que defendemos al gobierno somos oficialistas. En realidad acá hay un oficialismo de época que se constituye en esta idea de la restauración conservadora, en la idea de que los grandes multimedios, las grandes empresas, pueden digitar la dinámica y las alternativas de la democracia real. "Gran cuñado" y la farandulización de la política es un oficialismo de época.
-¿Cómo explica, entonces, el alineamiento de los Kirchner con la CGT, que es la antítesis de la CTA, central a la que el gobierno no le reconoce la personería jurídica?
-Soy uno de los 132 fundadores por la CTA. Profundizar los cambios es aceptar de una buena vez que la CTA tiene que tener personería gremial y esto no es incompatible con el sentido de organización autónoma del movimiento obrero. La CGT produjo una movilización multitudinaria el 1ª de mayo que yo, siendo fundador de la CTA, he aplaudido porque los trabajadores organizados por primera vez vuelven a ganar el territorio que le es propio: la calle. Del otro lado, hay un energúmeno (por Alfredo De Angelis) que dice que hay que juntar a los peones de las estancias y subirlos a las camionetas para que vayan a votar en contra del gobierno, a votar a favor de los patrones. Este es el oficialismo de época.