miércoles, 20 de octubre de 2010

El 17 de octubre lo hizo a Perón [1]


El 17 de octubre Día de la Lealtad Peronista es recordado por aquellos que lo vivieron de diferentes formas, pero nadie deja de reconocerlo como un gran día.

El inspirador del ideario del grupo Forja, Raúl Scalabrini Ortiz describió el Día de la Lealtad peronista de la siguiente forma: “… un pujante palpitar sacudía la entraña de la ciudad. Un hálito áspero crecía en las densas vaharadas, mientras las multitudes continuaban llegando. Venían de las usinas de Puerto Nuevo, de los talleres de Chacarita y Villa Crespo, de las manufacturas de San Martín y Vicente López, de las fundiciones y acerías del Riachuelo, de las hilanderías de Barracas. Brotaban de los pantanos de Gerli y Avellaneda o descendían de las Lomas de Zamora.

Hermanados en el mismo grito y en la misma fe, iban el peón de campo de Cañuelas y el tornero de precisión, el fundidor, el mecánico de automóviles, el tejedor, la hilandera y el empleado de comercio”. Continúa diciendo Scalabrini Ortiz: “… era el subsuelo de la patria sublevada. Era el cimiento básico de la Nación que asomaba como asoman las épocas pretéritas de la tierra en la conmoción del terremoto... eran los hombres que están solos y esperan, que iniciaban sus tareas de reivindicación”.

Otro hombre que participó en la formación del Grupo Forja, Arturo Jauretche, analizó el momento por el que atravesaba la Argentina durante parte de la década del 30 y 40 del siglo XX decía: “El país ya era otro país y no quisieron entenderlo” , refiriéndose a los viejos partidos políticos, y agregaba “la nueva realidad no cabía ni en el sindicalismo, ni en los partidos políticos preexistentes... El 17 de octubre, más que representar la victoria de una clase, es la presencia del nuevo país con su vanguardia más combatiente y que más pronto tomó contacto con la realidad propia... Lo viejo no comprendía al país nuevo, tampoco se dio cuenta que ya no podía representar la dirección del país y mientras discutía sus rivalidades, el nuevo actor tomó posesión del escenario”. ¿Cuál es ese “nuevo país” al que se refiere Arturo Jauretche?, puede afirmarse, apelando a Pirandello, (en “Seis personajes en busca de un autor”) que desde 1935, en la Argentina, se movían varios personajes en busca de un autor.

Por un lado, sectores del Ejército que ya no estaban dispuestos a continuar actuando como custodios de la usurpación y la entrega oligárquicas, que abominan de los ingleses y que, en el caso de algunos militares, sustentan una clara posición industrialista. Por otro, los trabajadores que se habían ido nucleando en las nuevas fábricas del Gran Buenos Aires, provenientes en general del interior desvalido, resueltos a conseguir mejores salarios y mejores condiciones de trabajo, en esa Argentina industrial que va emergiendo. También los empresarios nuevos, en general, hijos de la inmigración y titulares de capitales nacionales, a quienes interesa un mercado interno en expansión, protegido de la competencia extranjera. Asimismo, sectores de clase media pobre del interior del país, pequeños productores y comerciantes de economías devastadas, como también ese mundo de sub-ocupados que deambula de cosecha en cosecha para malvivir y en general, todos aquellos que ven asfixiados sus horizontes por la vieja Argentina agropecuaria, de recursos inmovilizados. Todos ellos confluyen, entre 1943 y 1945, en un gran frente nacional, cohesionados por su repudio al viejo país y a la dirigencia política tradicional, tanto de derecha como de izquierda, como así también por un ansia de crecimiento económico que satisfaga sus diversos reclamos. En los países coloniales y semi-coloniales, donde el imperio usurpa no solo a los trabajadores sino a amplias capas de la sociedad, es común la aparición de líderes populares que cumplen esa tarea de unificación y conducción. En el caso argentino, esos amplios sectores sociales que ansían concluir con el viejo régimen encuentran su hombre en Juan Domingo Perón.

La interpretación de la historia en función de la lucha de clases señala, que son aquellos actores sociales quienes logran encontrar a su autor y lo elevan entonces a la cabeza del frente convirtiéndolo en líder. Como decía Arturo Jauretche: el 17 de octubre lo hizo a Perón.

[1] Noemí Olivera – Juan J. Jorge Harb . Leído en el Programa “Todas las voces - Carta Abierta La Pampa”- Radio Nacional – Santa Rosa

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