Dicen
que eso mejorará la ‘competitividad’ de nuestros productos en los mercados
internacionales y que ya hemos perdido por esa causa más del 30% de nuestras
exportaciones (la verdad que no se sabe de dónde sacan el dato ¡¡!!) y que a
corto plazo perderemos otro tanto y nos quedaremos sin reservas. Todo un
verdadero dislate, para ocultar que el único fin de la devaluación es que, a la
corporación granera - sojera –no a los pequeños productores- de ese modo, le
entrarían fondos en pesos equivalentes a un 80% más del que hoy reciben al
dólar oficial, exprimiendo al resto de los sectores de la economía y generando
de tal modo una inflación fantástica que les dará rédito electoral y/o argumentos para intentar un golpe
institucional (tipo Paraguay, etc.) para volver al capitalismo salvaje y
exterminador, disciplinando a la sociedad para poder reimplantar el modelo
neoliberal, de libre mercado y del sálvese quien pueda, saqueando los fondos de
la reserva en divisas con los que hoy cuenta el Banco Central.- O sea, en
síntesis, el logro de varios de sus perversos objetivos de una sola vez.-
Lo
que no dicen y ocultan –claro está- es que la devaluación es sinónimo de extrema
pobreza (en el más amplio sentido del término) para los sectores sociales más desprotegidos, léase,
los de menores ingresos y/o los de ingresos fijos.-
El reaseguro
es que las condiciones políticas y económicas en la actualidad son totalmente
distintas a las de aquel entonces. El dólar “blue” ilegal pertenece a un mercado especulativo que manejan grandes
grupos económicos y mediáticos –en un reducidísimo mercado o burbuja de
transacciones como moneda extranjera, que operan entre ellos mismos- que con su
difusión pretenden hacer creer al resto, que ése es el valor real de la moneda
estadounidense y así instalar la duda, el terror económico, el
desabastecimiento, la inmovilidad económica ya que nadie quiere perder operando
en el mercado con un dólar a valor oficial, es decir operan impactando sobre
las expectativas de futuro de todos los argentinos.
Esos “gurúes” que
deambulan de un Canal de televisión a otro ‘sembrando’ su mensaje de terror
económico, diciendo que el Gobierno carece de Plan económico y que ellos lo
tienen, indican del mismo, una sola medida con virtudes mágicas y
esperanzadoras: ¡Hay que devaluar y todo se arregla!.- Como no tienen plan
alguno, para sostener ese argumento, contradictoriamente, señalan que el dólar
sube por el aumento al 20% de las retenciones a las compras con tarjeta de
crédito en el exterior y su extensión a las compras de paquetes de viajes y
pasajes; lo que no dicen que se trata de una medida correcta –que no afecta a
la mayoría de los argentinos- y que permite administrar las divisas y además, fomenta
la regularización impositiva. Debe tenerse en cuenta que en 2012 salieron 7300
millones de dólares por turismo, la cantidad de argentinos que viajó al exterior
se incrementó en un 13%, mientras que en febrero de 2013 los saldos de
préstamos por tarjetas de crédito en dólares duplicaron a los de diciembre de
2012. La suba provocada del dólar
ilegal se usa para intentar poner en jaque la consistencia de la política
económica actual y la solidez del Gobierno y de los recursos económicos de la
Nación. Es decir, no hay razón para que existan disrupciones sobre el mercado
cambiario, sólo hay especuladores, con intenciones aviesas que no expresan,
pero son muy claras y definidas.-
Esas fortalezas
son:-Las reservas internaciones que aún se sostienen en un buen nivel (41 mil
millones de U$S) que permiten afrontar el requerimiento de divisas de la
economía; el superávit de balanza comercial con menos obligaciones de deuda
externa que en años anteriores; las expectativas de una buena cosecha; un
sistema financiero sólido donde cada día los depósitos y préstamos en dólares
tienen menor relevancia sistémica (sólo participan del 9 y el 7% del total,
respectivamente).-
Entendemos que el rumbo de la política económica que impulsa este
gobierno es correcta a nivel macroeconómico, aunque se debe reconocer que hay
sectores que tienen situaciones particulares de tensiones con la competitividad
de sus productos en materia de exportaciones y ello requiere de medidas de
sintonía fina más ajustadas a un mercado internacional muy deteriorado que
busca también retener sus divisas y es más selectivo en sus compras; para ello
deben instrumentarse subsidios y programas específicos. Una depreciación de
nuestra moneda brusca y repentina le generaría
un negocio fenomenal a los exportadores de oleaginosas y granos (quienes no
necesitan devaluación alguna por el altísimo precio internacional que tienen
esos productos) y al mismo tiempo provocaría un deterioro significativo en los
salarios reales y aumentos de costos en insumos importados indispensables,
entre ellos los productos energéticos.
Para
expresar más claramente este panorama cabe remitirse a lo expuesto por Carlos
Heller en Tiempo Argentino en una nota del 24/03/2013 cuando señala que “Una descripción de las presiones sobre el mercado de cambios fue dada
por Javier González Fraga, quien expresó que las grandes empresas tienen fondos
en pesos esperando a convertirlos a dólares por un monto de entre 7000 a 10 mil
millones de dólares; estos se derivan de dividendos, pago de préstamos al
exterior y regalías, un importe que da clara idea de las altas ganancias que
están obteniendo las multinacionales. También expresa que las casas matrices
están presionando para que los conviertan rápidamente en divisas, comprando
títulos valores en dólares en la Argentina, girándolos al exterior, para luego
venderlos y transferir las divisas obtenidas a sus matrices. Esta operatoria es
conocida como "contado con liqui" y las presiones comentadas por
González Fraga suben los precios de los bonos, estableciendo un dólar implícito
cada vez más alto, que influye sobre el valor del dólar ilegal. Estas presiones
muestran también la decisión de querer llevarse la totalidad de las utilidades
que tan generosamente Argentina les permite ganar, en vez de invertirlas en el
país. Si bien son transacciones legales y son fruto de su negocio, entramos en
una discusión muy de fondo: si los negocios tienen un límite que es el interés
social, o prima la reivindicación de los muy grandes empresarios reunidos en la
Asociación Empresaria Argentina (AEA), que defienden la intangibilidad de las
ganancias empresarias. En el mismo sentido ha intervenido el ex presidente del
Banco Central Martín Redrado, quien en una columna firmada para La Nación
(22/03/13) deja claro que la presidenta "no está dispuesta a reabrir la
posibilidad de compra para fines de ahorro y ni que hablar de la posibilidad de
distribuir los dividendos que emanan de las ganancias empresarias" dando
aprobación implícita a la intangibilidad de las ganancias de las
multinacionales.
En
las críticas hay un claro predominio de ideas neoliberales, que se expresa
también en las declaraciones de Miguel Ángel Broda, quien definió a las últimas
medidas como el "Plan Nada" (IProfesional.com 22/03/13), para luego
entrar en aparente contradicción al criticar el predominio ideológico de la
estrategia de más Estado, más intervención, más proteccionismo. Siguiendo su
razonamiento, debería haberlo definido como el "Plan Nada de Medidas
Neoliberales".
Las
críticas se orientan a la falta de aplicación de medidas de libre mercado, que
benefician a los grandes capitales. Después de mucho esfuerzo y de pasar por
situaciones dramáticas, la Argentina salió de la dinámica del libre mercado y
hoy la situación es distinta, hay políticas públicas y una revalorización del
rol del Estado. Siguiendo este camino, ante estas maniobras especulativas hay
que responder con más regulaciones, y no con más mercado”
Compartimos totalmente esta idea
final, y agregamos que para poder sostenerla se necesita el compromiso de todos
los argentinos.-
[1] Ricardo CHELI