domingo, 2 de octubre de 2011

UNIR TODO EL SUR [1]


Desde CA deseo recordar que hace un poco más de 20 días, los integrantes de la Cámara de Diputados de la Nación por amplia mayoría - 210 diputados de todas las tendencias políticas y con diferentes argumentos - votaron a favor de la conformación del Banco del Sur. En esa sesión el diputado Carlos Héller, de Nuevo Encuentro, dijo “Es un hecho excepcional, producto del nuevo estilo de integración que se está gestando en la región, que busca fortalecer conceptos de soberanía política y económica y recrea escenarios de mayor participación

Recordemos que el Banco del Sur, es una de las instituciones que constituyen al UNASUR y será una entidad crediticia impulsada junto a otros seis países de la Unasur (Brasil, Venezuela, Ecuador, Bolivia, Uruguay y Paraguay). El Banco del Sur promoverá con recursos propios el desarrollo económico y obras de infraestructura para la región.

En estos momentos así como en Argentina existen dos tendencias políticas: aquella que apoya al modelo Nacional y popular, que a partir del año 2003 comenzó a implementar Néstor Kirchner, cuando asumió la presidencia y continúa afianzando y profundizando Cristina Fernández de Kirchner… Y otro modelo, que es el que apoyan quienes pretenden volver a las políticas neoliberales de la década del 90. Estos modelos políticos económicos no se encuentran propuestos sólo a nuestro país.

En el mundo también hay dos tendencias opuestas que están actuando, por otra parte, el gobierno de los Estados Unidos y los países de la Unión Europea han conseguido sellar, con los países de la región, acuerdos bilaterales de libre comercio que son favorables para sus empresas.

Decía Joseph Stiglitz premio Nóbel de economía, fuerte crítico de los tratados de libre comercio, que estos no sirven para comerciar libremente, sino para que se lleve a cabo un comercio administrado a favor de un país sobre otro (“la parte del león”).

El Banco Mundial y su hermano gemelo, el Fondo Monetario Internacional (FMI), son los instrumentos de subordinación utilizados por las potencias más industrializadas para imponer sus intereses a los países del Sur, ahogándolos en una deuda que en la mayoría de los casos resulta impagable; por ejemplo la crisis de Grecia y otros países de Europa y el mismo EEUU.

En la Asamblea Anual del Fondo Monetario Internacional, reunión efectuada hace unos días en Washington el Ministro de Economía argentino, Amado Boudou, comentaba que –“El Fondo dice que se necesita un mundo que crezca y genere empleo. Eso no difiere de la posición que tuvo Argentina en los últimos ocho años. Sin embargo, cuando se empiezan a analizar las herramientas para lograrlo no parece que fueran todas en el mismo sentido, muchas están demasiado atadas a recetas que ya fracasaron. Se observa falta de creatividad, de audacia y de capacidad para interpretar el origen de los problemas que está viviendo el mundo. Desde nuestra óptica ésa es la causa de los pobres resultados alcanzados hasta ahora.”

Alfredo Zaiat, en un artículo de Página 12 decía: “Pasan las crisis, fracasos estrepitosos, pronósticos fallidos y la mediocridad de su tecno-burocracia acosadora y el Fondo sigue igual. En términos futboleros es correr el arco

Estas posturas cerradas provocaron que numerosos países de América del sur, a pesar de sus innumerables riquezas naturales y humanas, fueran empeorando económicamente. Recordemos en Argentina en la década del 90, época de Las Relaciones Carnales. La amortización de una deuda que se había hecho colosal impedía la satisfacción de las más elementales necesidades de su población. La deuda fue convertida en un mecanismo muy sutil de dominación y el instrumento de una nueva colonización, que impedía todo desarrollo humano duradero en el Sur.

Pero el desgaste del modelo neoliberal en América Latina que se proyectó en la adhesión electoral a candidaturas que han sido críticas del neoliberalismo, como son los casos de Bolivia, Venezuela, Ecuador, Brasil, Argentina, Uruguay, Nicaragua, Paraguay, gobiernos que emprenden reformas sociales llevando una política redistributiva.

Es importante la memoria, ya que nos lleva a comprender hechos, por eso recordemos el coraje y la visión estratégica de algunos líderes latinoamericanos, encabezados por Lula, Chávez y Néstor Kirchner, dijeron ¡NO!, en la Cumbre de las Américas de noviembre de 2005, en Mar del Plata. Y comenzaron a retomar, a partir de allí, el complejo camino de la autonomía y la descolonización.

En un periódico hace unos días leí esta pregunta “¿Qué hubiera sido de América Latina, si en aquella reunión se hubiera aceptado el ALCA, atando nuestra suerte a la del capitalismo financiero de los países centrales? ¿Qué sería hoy de la Argentina si, consecuente con esa autonomía, no hubiera recuperado el manejo estatal de los recursos previsionales, dejándolos librados a la suerte de las bolsas que hoy se desploman?”

Por eso el Banco del Sur ha sido pensado en 2009 por la UNASUR como su principal herramienta financiera, destinada a promover con recursos propios el desarrollo económico y obras de infraestructura para la región, a partir de la experiencia de lo que significó el riesgo de atarse a préstamos extrarregionales y en un contexto de crisis, crisis que se está dando en los países fuentes de los préstamos como EEUU, y de toda Europa en general…

Es decir que La UNASUR pensó esta fuente de crédito propia en pos del “logro de la soberanía alimentaria, energética, de la salud, de los recursos naturales y del conocimiento”, y para “mejorar la competitividad, el desarrollo tecnológico, la infraestructura, generación y provisión de servicios, la complementariedad productiva intrarregional y la maximización del valor agregado a las materias primas”.

El Banco del Sur no sólo ayudará a reducir asimetrías dentro de la UNASUR y a fortalecer la integración regional. Supondrá en la práctica crear un fondo para el desarrollo de proyectos con un capital inicial de 7 mil millones de dólares -y esto es lo más importante- sin depender de organismos financieros internacionales.

Finalmente, esta iniciativa debe leerse hoy en consonancia con la decisión de avanzar en mecanismos de intercambio comercial con monedas propias, que lo diferencia de la Unión Europea, que con una sola moneda arrastró en la crisis económica a todos lo países integrantes…

El Banco del Sur, en fin, forma parte de la construcción de toda una nueva arquitectura financiera para la región, para reducir su vulnerabilidad externa y, en cambio, fortalecer su desarrollo.

Podemos decir que es un conjunto de naciones hermanas expresando con el mayor consenso político una necesidad histórica... unir Todo el Sur, como decían los padres de la patria: Moreno, Castelli, Belgrano, Monteagudo, Artigas y muchos más.

[1] Noemí S. Olivera