9 de noviembre de 2009[1]
Para tratar de entender la realidad Argentina, hay que analizar cada momento histórico por el que transitó el país, todos ellos acompañados por diferentes teorías económicas.
A grandes rasgos podemos considerar que a partir de 1880 hasta 1946 existió una Argentina agraria, período en que sobresalió la explotación agropecuaria y su incorporación al comercio mundial con dependencia del Imperio Británico. Este modelo comienza a debilitarse hacia los años 1930, dando surgimiento al modelo industrial, que se consolida en 1946. Período en que rigió el mercado interno, con la hegemonía del sector industrial, mayor justicia social, migraciones internas y renovación en forma casi total de la elite política. Este modelo industrial, de la época del peronismo y del desarrollismo fue sufriendo diferentes vicisitudes y se prolongó hasta aproximadamente mediados de la década del 70.
El “Rodrigazo” en el año 1975 forma parte de los albores de un nuevo modelo económico político que necesita de la caída de un gobierno democrático para la imposición por la fuerza la Dictadura militar de Videla y su ministro de economía Martínez Hoz, quién desarrolla el modelo económico neoliberal rentístico-financiero para lo cual fue preciso una brutal represión y la desaparición de 30 000 personas
Este modelo rentístico - financiero se caracterizó por el endeudamiento creciente del Estado, la dependencia con Estados Unidos, destrucción del aparato productivo, desaparición de las empresas públicas sobreendeudamiento externo e interno, disminución de los salarios, liberalización del sistema financiero, apertura al comercio externo. No olvidar que en el año 1977 se aprueba la Ley de Entidades financieras, vigente hasta la fecha.
A pesara de la llegada de la democracia, a fines de la década de los 80, se produjo una hiperinflación feroz, con la ruptura de los lazos sociales con
El terreno estaba desvastado, ya no se necesitaba de los militares, para la implementación de las propuestas del Consenso de Washington. Bastó con los sobornos y la propaganda desarrollada sobre los beneficios, para lo cual los medios de comunicación fueron una herramienta necesaria.
La década del 90, década menemista, estuvo signada, por la apertura irrestricta de las importaciones y el endeudamiento. Recordemos la época “la plata dulce”, la recesión, el sistema bancario usurero
La acumulación del modelo rentístico financiero confiscó las rentas de los servicios públicos, de los recursos naturales
Desde los valores éticos el neoliberalismo, estimuló el consumismo, el individualismo, transformó al sujeto en un sujeto hedonista y apolítico.
Sus efectos en detrimento de las clases sociales pobres y medias, provocaron la reacción masiva del año 2001, aunque aun perduran muchos de sus adherentes
A lo largo de ese proceso los partidos políticos tradicionales: UCR y PJ, entran en crisis, y tal como dice el sociólogo Walter Formento, acompañada de la desaparición de dirigentes, de militantes y de mística.
Los candidatos políticos se construyen, para lo cual es necesario el de todo el apoyo de los medios masivos de comunicación que influencian en la formación de opinión política.
La crisis del 2001, se produce una lucha al interior de los sectores económicos financieros dominantes
La llegada de Nestor Kirschner al gobierno en el año 2003 su decisión de recuperar el proyecto nacional y popular, fue muy condicionado por la burguesía rentística
Se instaló de manera dominante el terreno político mediáticos, colonizando a través de las noticias las conciencias, aletargando el pensmiento, dado que los massmedios manejan la lógica de entretener al receptor, y utilizar una verdad que es la propia, es lo algunos llaman “los medios como parte de la contrainsurgencia”.
Toda la metodología utilizada posibilitó encolumnar y aglutinar a las clases medias rurales y urbanas en apoyo del lock out patronal de los dueños de campo, que finaliza en el “no positivo” de Cleto Cobos.
Pero la profundización de la crisis financiera global de fines del 2008 y la crisis de los partidos políticos en Argentina posibilita ganar terreno a las ideas de los movimientos nacionales y populares, donde pueden insertarse proyectos estratégicos con base social. Como ejemplo, la nacionalización de Aerolíneas, el pase de fondos de las AFJP al Anses, el Ingreso Universal por hijos menores de 18 años, la Ley de Medios Audiovisuales.
Si bien persiste en la estructura política el proyecto financiero, el proyecto nacional industrial ha comenzado a ponerse en marcha.
Voy a finalizar esta Carta Abierta con la siguiente frase:
"Ni la agricultura, ni el comercio sería suficiente para la felicidad de un pueblo si no entrase a su socorro la oficiosa industria." ( Manuel Belgrano en Correo de Comercio en Buenos Aires as el 10 de marzo de 1810)
En unos meses cumplimos 200 años de toda la lucha que llevaron adelante hombres y mujeres cuyo objetivo era construir la Patria Grande, la patria Latinoamericana.
[1] Noemí Olivera - Psiquiatra