sábado 20 de septiembre de 2009, por LRA Radio Nacional (La Pampa) (1)
Los que seguimos de cerca las noticias, muchas veces corremos el riesgo de que el “bochinche” mediático nos tape la realidad, por eso es que tenemos que ser muy cuidadosos en el análisis de las últimas semanas políticas.
Con este cuidado podemos decir que hay un sector de la población, que impresiona como bastante grande, que ha crecido constantemente en el debate popular de esta ley.
Y es el protagonista esencial de este proceso, no es la “dictadura K”, como insisten en tratar de convencernos los medios, son las cooperativas, los maestros, las universidades, los actores, las comunidades indígenas, los periodistas, las municipalidades, las cooperadoras y los cientos de organizaciones que el pueblo se da para mejorar en definitiva su calidad de vida.
Este grupo tan diverso y tan masivo, no solo es el protagonista hoy sino que hace muchos años que viene empujando laboriosamente el tratamiento de una nueva ley de medios, que reemplace a la actual, no solo por antidemocrática, dictatorial y monopólica, sino también porque todo el mundo tiene conciencia de la importancia de la comunicación y la información en la formación y desarrollo de las nuevas sociedades.
Esta coincidencia de argentinos de distintos sectores políticos y sociales alrededor de un objetivo compartido es lo mas importante, lo mas saludable, lo que hace que estos pasos hacia la unidad popular y la democracia no puedan ser des-andados.
Son pasos decisivos para vencer la antipolítica instaurada con la dictadura y profundizada por el neoliberalismo.
En varias oportunidades hemos hablado en estas charlas de la importancia de recuperar la POLÍTICA.
Cuando la acción política sigue las demandas de los pueblos tiene muchas posibilidades de lograr sus objetivos.
Demasiado hemos soportado la cultura neoliberal que permitía que las protestas solo se pudieran realizar a través de un 0800.
Los argentinos no somos todos expertos en comunicaciones. Pero sabemos cuando nos quieren hacer pasar gato por liebre.
La liberación de las transmisiones del fútbol, mostraron las liebres que corrían atrás de este gran negocio.
Y aún, si la ley de medios no fuera aprobada en el Senado, en la sociedad ya quedó muy claro que 2 o 3 empresas no pueden manejar casi la totalidad de los medios del país
Los monopolios quedaron a la luz del día, se les cayó la careta, por eso la histeria de su reacción.
Insisto, es este el actor fundamental que está terminando con un sistema perverso. Y seguramente lo logrará con todos los sectores que se aliñen en esta perspectiva.
Durante todos estos años la política se rendía a las corporaciones, agrarias, industriales, mediáticas,
Hoy la política, la política bien entendida, la que nos hace ver que no hay otro mundo ni otro país para vivir que no sea el que logremos construir entre todos. Es la herramienta que ha vuelto a tomar en sus manos el pueblo, para construir su futuro.
(1) Ing. Raúl gallo
viernes, 25 de septiembre de 2009
Carta Abierta leída por LRA Radio Nacional (La Pampa)
16 de septiembre (1)
A cerca de la Ley de Medios audiovisuales
La semana pasada hablábamos de la Ley de Medios y la mayor parte de la información política de esta semana también gira alrededor de esta ley.
Todo este proceso aparece cada vez más rico, y deja una serie de enseñanzas que sería importante puntualizar:
En primer lugar: aunque los grandes medios intenten ubicar la necesidad de la sanción como expresión de una disputa sectorial y aún cuando el coro de políticos que parecen más empleados del multimedio que representantes de sectores del pueblo, hablen de crispación y falta de diálogo.
Aún así, a nadie se le escapa que disponer de una ley de medios que sirva al conjunto y no a los intereses de un grupo económico, es una necesidad de una importante cantidad y variedad de sectores sociales muy representativos del conjunto de la sociedad.
En Segundo lugar: El protagonista esencial de este proceso, no es la dictadura K, como insisten en tratar de convencernos, son las cooperativas, los maestros, las universidades, los actores, las comunidades indígenas, los periodistas, las municipalidades, las cooperadoras y los cientos de organizaciones que el pueblo se da para mejorar en definitiva su calidad de vida.
Este grupo tan diverso y tan masivo, no solo es el protagonista hoy sino que hace muchos años que viene empujando laboriosamente el tratamiento de una nueva ley de medios, que reemplace a la actual, no solo por antidemocrática, dictatorial y monopólica, sino también porque todo el mundo tiene conciencia de la importancia que hoy tienen la comunicación y la información en la formación y desarrollo de las nuevas sociedades.
Y creo que de esto se trata, la crisis mundial ha puesto en evidencia la crisis de las corporaciones, aquellas que construyeron la burbuja inmobiliaria, o aquellas que nos calificaban como país inviable,
O aquellas, que como acá, manejaban el fútbol, las jubilaciones, los medios, y las que seguiremos viendo caer.
Estas corporaciones empezaron a ser vistas por el pueblo en su verdadera dimensión de parásitos de un sistema cada vez mas injusto que con los espejitos de colores de la modernización, la tecnología y el mercado libre condenan a la exclusión, la miseria y el hambre a sectores cada vez mas grandes de la población.
Insisto, es este el actor fundamental que está terminando con un sistema perverso. Y seguramente lo logrará con todos los sectores que se aliñen en esta perspectiva.
Los hombres son circunstanciales y su historia política futura dependerá de cómo se ubiquen en este momento histórico trascendente para los pueblos.
Pueden ponerse al frente de este proceso o pueden quedar como la mesa de enlace que se erigió en triunfadora de las elecciones pasadas para pasar a perder el apoyo de quienes dice representar, o como Reuteman volviendo a boxes, llorando su impotencia, o tantos otros que vemos diariamente, mostrando impúdicamente sus verdaderos intereses.
Durante todos estos años la política se rendía a las corporaciones, agrarias, industriales, mediáticas,
Hoy la política, la política bien entendida, la que nos hace ver que no hay otro mundo ni otro país para vivir que no sea el que logremos construir entre todos. Es la herramienta que ha vuelto a tomar en sus manos el pueblo, para construir su futuro.
(1) Ing. Raúl Gallo
A cerca de la Ley de Medios audiovisuales
La semana pasada hablábamos de la Ley de Medios y la mayor parte de la información política de esta semana también gira alrededor de esta ley.
Todo este proceso aparece cada vez más rico, y deja una serie de enseñanzas que sería importante puntualizar:
En primer lugar: aunque los grandes medios intenten ubicar la necesidad de la sanción como expresión de una disputa sectorial y aún cuando el coro de políticos que parecen más empleados del multimedio que representantes de sectores del pueblo, hablen de crispación y falta de diálogo.
Aún así, a nadie se le escapa que disponer de una ley de medios que sirva al conjunto y no a los intereses de un grupo económico, es una necesidad de una importante cantidad y variedad de sectores sociales muy representativos del conjunto de la sociedad.
En Segundo lugar: El protagonista esencial de este proceso, no es la dictadura K, como insisten en tratar de convencernos, son las cooperativas, los maestros, las universidades, los actores, las comunidades indígenas, los periodistas, las municipalidades, las cooperadoras y los cientos de organizaciones que el pueblo se da para mejorar en definitiva su calidad de vida.
Este grupo tan diverso y tan masivo, no solo es el protagonista hoy sino que hace muchos años que viene empujando laboriosamente el tratamiento de una nueva ley de medios, que reemplace a la actual, no solo por antidemocrática, dictatorial y monopólica, sino también porque todo el mundo tiene conciencia de la importancia que hoy tienen la comunicación y la información en la formación y desarrollo de las nuevas sociedades.
Y creo que de esto se trata, la crisis mundial ha puesto en evidencia la crisis de las corporaciones, aquellas que construyeron la burbuja inmobiliaria, o aquellas que nos calificaban como país inviable,
O aquellas, que como acá, manejaban el fútbol, las jubilaciones, los medios, y las que seguiremos viendo caer.
Estas corporaciones empezaron a ser vistas por el pueblo en su verdadera dimensión de parásitos de un sistema cada vez mas injusto que con los espejitos de colores de la modernización, la tecnología y el mercado libre condenan a la exclusión, la miseria y el hambre a sectores cada vez mas grandes de la población.
Insisto, es este el actor fundamental que está terminando con un sistema perverso. Y seguramente lo logrará con todos los sectores que se aliñen en esta perspectiva.
Los hombres son circunstanciales y su historia política futura dependerá de cómo se ubiquen en este momento histórico trascendente para los pueblos.
Pueden ponerse al frente de este proceso o pueden quedar como la mesa de enlace que se erigió en triunfadora de las elecciones pasadas para pasar a perder el apoyo de quienes dice representar, o como Reuteman volviendo a boxes, llorando su impotencia, o tantos otros que vemos diariamente, mostrando impúdicamente sus verdaderos intereses.
Durante todos estos años la política se rendía a las corporaciones, agrarias, industriales, mediáticas,
Hoy la política, la política bien entendida, la que nos hace ver que no hay otro mundo ni otro país para vivir que no sea el que logremos construir entre todos. Es la herramienta que ha vuelto a tomar en sus manos el pueblo, para construir su futuro.
(1) Ing. Raúl Gallo
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