sábado, 25 de junio de 2011

Contrainsurgencia [1]

Gran parte de los países del mundo están atravesando una gran crisis económica y social, se puede decir que esto se integra en una estrategia global de contrainsurgencia que se proyecta a través de las políticas de la derecha occidental y que tiene como horizonte inmediato el retorno a la Doctrina de la Seguridad Nacional, implementado por el Consenso de Washington.
Quienes sostienen la política geoestratégica de la unipolaridad, es porque necesitan del abastecimiento alimentario, y de los recursos energéticos, ya sea petróleo y litio, así como de los recursos hídricos. Para lo cual aplican el Plan Bush, o sea el del Imperio global bélico comunicacional. ¿Cuál es el objetivo? El de mantener la hegemonía política, militar, económica, como forma de equilibrar la crisis que el país del Norte esta viviendo. Todo aquel que se oponga a este plan es insurgente, quién lo apoye posibilita la contrainsurgencia. Una forma de proteger los intereses económicos y sociales es a través del complejo industrial-militar (I.M.), apuntando fundamentalmente al armamentismo, con una política militarista e imperialista como la que se lleva adelante en Afganistán, Irak, Irán, Libia, el extenso bloqueo a Cuba, y la desestabilización a Venezuela.

La creación y divulgación del complejo I.M. viene desde larga data, se concretó a partir de un discurso del presidente norteamericano Dwight Eisenhower al finalizar su mandato en el año 1961. Llevándolo adelante, los grupos industriales interesados en mantener la carrera armamentística, principalmente durante la Guerra Fría, y que fue ampliada posteriormente por políticos como Bush, Cheney etc., dueños de los complejos industriales.

La contrainsurgencia necesita del manejo de los medios de comunicación monopólicos, para aniquilar la insurgencia y los utilizan a través del axioma: “La verdad se combate con al mentira”, con la mentira, la difamación, el engaño. Sobretodo en estos momentos que el centro de gravedad de las informaciones se ha desplazado de lo escrito a lo visual, de lo diferido a lo directo, del signo a la imagen. Estamos en la "era visual", de la imagen rápida, donde no hay lugar para la reflexión crítica, a lo sumo hay espacio para comentaristas que "completan" la lectura de la imagen, tergiversando el contenido de la misma.

En la globalización, las sociedades son fundamentalmente sociedades mediáticas. Los medios son el gran espejo, de lo que es una sociedad. La sociedad mediática es avara en razones y argumentos, repetir, repetir, repetir, es demostrar. En realidad lo que se repite son las imágenes.

Hoy frente a este nuevo escenario que nos plantea la globalización neoliberal policéntrica, asimétrica por naturaleza y contingente, las masas urbanas excluidas del modelo, estarían marchando hacia un encuadre o enfoque organizativo para oponerse a este proceso individualista, carente de moral. Proceso que virtualiza y condiciona a la razón en forma coercitiva a través de los medios de comunicación y la cultura como actores de poder, haciendo perder el sentido de la palabra, para lograr evitar un cambio liberador. Bloquear la palabra, es un proyecto que pretende colonizar la conciencia, como se dice “se es el resultado de la cultura”.

Es necesario que ciertos personajes, principalmente aquellos que se jactan de ser comunicadores y que tienen una pequeña cuota de poder, realicen su autocrítica ya que necesitamos calidad en los medios para enriquecer al pueblo, y no mediocridades, que incomodan, molestan, embrutezcan, retracen.

Por eso la derecha argentina, a través de sus representantes, Macri, De Narváez, Duhalde, Carrió, Alfonsín (h), quieren retornar al pasado, pero hoy el Pueblo ha madurado, saliendo del letargo que lo adormecía, para realizar su propia historia.

La alternativa es más Democracia, descubriendo nuevos paradigmas más sólidos que recuperen nuestra identidad, nuestro imaginario a través de nuevas relaciones de poder, nuevas formas de soberanía, nuevos movimientos solidarios. Para enfrentar la contrainsurgencia fascista.

Carta Abierta llama a construir entre todos la metáfora “Poder a la Vida”, que es decir, “Poder a la cultura, a la educación, a la libertad” esta es la esencia misma de la vida.

La opción es contrainsurgencia, dominación, versus Insurgencia y el Pueblo en su lucha liberadora. De cada uno de nosotros depende la opción

[1] Juan J. HARB