domingo, 19 de julio de 2009

Carta Abierta leída por LRA Radio Nacional (La Pampa) #14

13 de julio de 2009 (1)

El pasado 6 de julio y relacionado con el golpe de estado en Honduras y deportación del presidente constitucional Manuel Zelaya, enunciábamos algunos aspectos de lo que se denominan golpes de estados blandos. En el día de hoy vamos ampliar este tema.

El Golpe blando es el nuevo nombre que se utiliza en Estados Unidos para mencionar las acciones desestabilizadoras empleadas por el poder económico, con apoyo extranjero, y de los viejos elementos de las dictaduras militares y policiales. Ya no resulta imprescindible sacar las Fuerzas Armadas a la calle: se van minando lentamente las bases de un gobierno popular cuando se han logrado controlar la mayoría de los medios de comunicación.

El término "poder blando" (soft power) fue acuñado por el profesor de la Universidad de Harvard Joseph Nye, en 1990 que luego desarrollaría en 2004 en "La paradoja del poder americano".

Nye plantea una teoría “dualista” con el objetivo de cambiar la imagen "militarista" o “poder duro”, por un rostro mucho más amable y conciliador, usando recursos culturales, económicos, de cooperación, diplomáticos, pero fundamentalmente el dominio a través del control mediático-cultural-publicitario ideológico presentándolo como "modelo único" de civilización aceptada universalmente.

Los medios de comunicación y los aparatos publicitarios son herramientas claves que a través de los mensajes imponen no sólo los parámetros del consumo, sino también los valores sociales .

Este proceso de fabricación y distribución de la información, no está motivado por la necesidad de “informar” sino por la necesidad de vender noticias por consiguiente como cualquier empresa generan necesidades masivas de consumo para lo cuál deben trazar estrategias, no olvidemos que las empresas periodísticas no están guiadas por fines sociales sino por la búsqueda del lucro económico.

En Argentina los medios de comunicación, sobretodo aquellos que están en manos de monopolios, se podría decir los “dueños de las noticias“, que se reducen a dos reconocida empresas, sus programaciones funcionan como un bombardeo de determinadas imágenes, textos palabras, sonidos que impactan en la subjetividad de las personas, en el humor social, en las opiniones.

No es casual que se privilegien unos temas sobre otros que quedan ocultos o aparecen y luego desaparecen como flashes. La información se da de manera que no podamos extraer conclusiones, a través de un GOTEO IDEOLÓGICO

El ejército mediático, a diferencia de los ejércitos militares, no hiere ni mata para reprimir, esta fue sustituida por la represión psicológica mediática que orienta conducta social masiva. Utilizan estrategias que aísla y demoniza socialmente a los grupos que luchan por mejoras sociales, o gobiernos que intentan equilibrar las grandes diferencias sociales y por consiguiente sienten que se ve perjudicada la “estabilidad” o sea, la rentabilidad y elaboran las estrategias que llevan a ablandar las acciones de gobierno hasta un nivel de desvalorización. Ninguna de las medidas que se toman se las tiene en cuenta, aún aquellas que favorece a las mayorías.

Si no recordemos en el conflicto de los patrones dueños de campos, cuando desde el gobierno se trata de implementar la resolución 125, las informaciones eran muy tendenciosas, así como los reportajes, las mostraciones de los cortes de ruta sin las objeciones de “los movileros” que sí se escuchaban cuando los cortes los hacían los piqueteros que solicitaban trabajo. La prepotencia de las grandes patronales agropecuarias desvalorizando la figura presidencial, manifestando que no era la que gobernaba, que existía un doble comando y otras yerbas, de esta manera estaban o están atentando contra la institucionalidad.

Para finalizar y como síntesis de este análisis de los medios que son intermediarios de los golpes de estados blandos, quiero retrotraerme al siglo XIX y a una figura insigne del periodismo argentino. Mariano Moreno, en un pasaje de su Plan de Operaciones encomendado por Junta de Gobierno de las Provincias Unidas del Río de la Plata, dice: “Los pueblos nunca saben, ni ven, sino lo que se les enseña y muestra, ni oyen más que lo que se les dice”.

Han pasado muchos años y si Mariano Moreno estuviera en el siglo XXI confirmaría su pensamiento.


(1) Noemí S. Olivera. Psiquiatra