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El escritor peruano Vargas Llosa no viene sólo para la inauguración de la Feria del Libro, un día antes de ese evento participará nada más que de la primera reunión en la Argentina de la Sociedad Mont Pelerin, una de las fundaciones conservadoras más influyentes del mundo, que ha denominado a este encuentro: “El desafío populista para la libertad en América Latina”. La Sociedad Mont Pelerin, fue creada en 1947 por el filósofo y economista austriaco Friederich von Hayek, reconocido como el padre del neoliberalismo y uno de los mayores críticos del socialismo desde la Guerra Fría.
En la Argentina, su inauguración oficial se efectuará el 17 de abril en el Sheraton Hotel de Retiro. ¿Quién le dará la bienvenida? Nada más y nada menos que Mauricio, entre otros invitados estarán, Gary Becker, el Premio Nobel de Economía 1992, principal representante de la Escuela de Chicago y uno de los economistas ultraliberales que propuso subastar visas para que los inmigrantes paguen por tener acceso al mercado de trabajo del país que los recibe.
El evento, al igual que las 60 conferencias que se han organizado en todo el mundo desde 1947, busca difundir las bondades del libre mercado, propagandizar el papel de los Estados Unidos como gendarme global y criticar cualquier experiencia progresista. En ese contexto, Macri aprovechará para iniciar su campaña presidencial, rodeado de las figuras más polémicas de la derecha latinoamericana y europea, junto a las principales fundaciones financiadas por los Estados Unidos.[2]
Ante todos estos antecedentes y la polémica desatada a cerca de la presencia de Vargas Llosa en la inauguración de la Feria del Libro, ¿qué mejor que transcribir la mirada de Eduardo Galeano ante esta presencia? : “ Creo que, en todos los planos de la vida, las prohibiciones prestigian lo que prohíben. A este señor no hay que hacerle el favor de atacarlo ni de tirarle huevos podridos, porque, probablemente, es lo que más le conviene. La mejor publicidad que puede tener algo o alguien, un producto o una persona, lo que sea, es la prohibición. Los ejemplos históricos abundan. La ley seca fue el origen de la fortuna de Al Capone. Recuerdo, en mi caso, lo que paso con Las venas abiertas de América Latina. Apenas se publicó, nadie le hizo caso, ni mi familia lo leyó (risas). Hasta que las dictaduras militares lo prohibieron y, a partir de ese momento, súbitamente el libro empezó a ser interesante, y eso ocurrió como un año y pico luego de salir la primera edición”.
Siempre es placentero leer las palabras inteligentes de Galeano.