miércoles, 25 de mayo de 2011

Reflexiones leídas por Radio Nacional, el día lunes 23 de Mayo de 2011 [1]

Vamos a hablar sobre la Semana de Mayo, en conmemoración a la Revolución del 25 de mayo de 1810, estamos a punto de terminar el Bicentenario y comenzar el Tricentenario, en base a un libro de mi autoría “Mayo y la incertidumbre” voy a tratar de comentar los acontecimientos acaecidos.
El pueblo articulaba su propio destino a través de jóvenes intelectuales en su mayoría de origen europeo.
A comienzo de 1810 llega la noticia al Río de La Plata que Francia había ocupado Sevilla y lo que restaba del gobierno de la corona, la Junta, se trasladaba a Cádiz.
Los viejos españoles, no titubeaban en entregarse a Napoleón con tal de mantener sus negocios, los partidos español y francés llegaron a un acuerdo. Negocios son negocios.
Simón Bolivar con el grado de maestro de la Masonería conoce en Inglaterra a Francisco de Miranda, ambos regresan a Venezuela para continuar con el movimiento revolucionario contra España que aconteció el 19 de abril 1810, destronando al Virrey, siendo el comandante en Jefe el General Miranda.

Mientras tanto en Buenos Aires don Santiago de Liniers, héroe de la reconquista y de la defensa “Conde de Buenos Aires”, volvía a ser el ídolo de la reacción y del monopolio, mismos que estaban dispuestos a afrancesarse, para no perder sus privilegios.
El Virrey Cisneros, el 18 de mayo, emite una proclama dirigida al pueblo, pidiendo que se mantenga unido a la figura del Rey Fernando VII. Ni lerdo ni perezoso Martín Rodríguez, jefe de Patricios presiona al Virrey para que renuncie.

El día 20, Saavedra y Belgrano señalan al alcalde de primer voto, Don Juan José Lezica, que convoque a un Cabildo Abierto.
Juan José Castelli y M. Rodríguez, solicitan lo mismo al síndico procurador Don Julián de Leiva, por presión de los vecinos reunidos en la Plaza de Mayo, exigen la aprobación del Virrey. El Pueblo con entusiasmo sale a la calle del Bs.As. colonial a pedir el “Cabildo Abierto” .

El 21 de mayo, el Cabildo invitó a participar a una reunión a funcionarios, religiosos, jefes militares, y vecinos principales a discutir el camino a seguir.

El 22 de mayo, el día que se inicia la Revolución, en presencia de 251 vecinos, con vehemente disertación Castelli “el orador de mayo” a viva voz opina que la elección del nuevo gobierno se hiciese por el pueblo. En la votación se pide un “Cabildo Abierto”.

El 23 de mayo, de los 225 sufragios emitidos, 160 piden la cesantía del Virrey Cisneros, por vacío de poder, dado que había caído la Junta Central en la península Ibérica. Un tal Martínez de Hoz había votado en contra de la resolución - que “casualidad”.

El 24 de mayo, el Cabildo designa una Junta de Gobierno, presidida por Cisneros. Vocales José Santos Inchaurregui, Tte. Cnel Cornelio Saavedra, Dr. Juan José Castelli, y el prestigioso cura rector de la parroquia de Monserrat, Don Juan Nepomuceno Solá.

En la casa de don Rodríguez Peña se reunían un numeroso grupo de revolucionarios, en el que se encontraban Mariano Moreno, Manuel Belgrano, José Tomás Guido, Juan J. Castelli, Vicente López, Juan Balcarce, Hipólito Vieytes, Matías Irigoyen, Feliciano Chiclana, Juan J. Viamonte, Agustín Donado, Manuel Alberti, Julián Álvarez, Juan Terrada, José Darregueira., Martín Thompson, José Moldes, Eustaquio Diaz Vélez y otros, para discutir trascendentales decisiones.

Belgrano, como insurgente, en un discurso encendido dijo: ”Juro a la patria y a mis compañeros, que si a las tres de la tarde de mañana, el virrey no ha renunciado, lo arrojaremos por las ventanas de la fortaleza, abajo.”

Luego junto con las palabras del otro insurgente, Castelli, sensibilizaron a los concurrentes, lo que determinó el apoyo incondicional a la causa revolucionaria: “Las revoluciones las hacen los pueblos, y a estos les corresponde asumir la soberanía del monarca”.

Feliciano Chiclana ejercía influencia sobre los cuadros de oficiales de la Legión de Patricios y contaba con el apoyo de los cuerpos nativos, equilibrando así a la poderosa acción de Saavedra. La correlación de fuerzas estaba del lado de los patriotas progresistas.

El 25 de mayo, Domingo French y Antonio Beruti tenían instalado su centro operativo en la fonda de la vereda ancha de la Plaza de Mayo, expresaban su profundo descontento por no haberse excluido del mando al Virrey Cisneros, los Chineros y Manolos esperaban bajo los arcos de la recova par defenderse de la lluvia, sus capotes desdibujaban las pistolas y los estoques, se distinguían con el histórico distintivo de una cintilla azul y blanca, este hecho, seria el presagio de nuestro emblema patrio.

Se mezclaron civiles y soldados de extracción plebeya conocidos como la canalla colonial, excluida de la vida cívica. Se constituyo la sociedad civil, e irrumpieron en el Cabildo, con la consigna: “El pueblo quiere saber de que se trata
Con el apoyo del Cte Martín Rodríguez, obligaron a firmar el acta de nacimiento del primer Gobierno Patrio, que se conoció como la Primera Junta, integrada por:

  • Presidente: Cornelio Saavedra

  • Secretarios: Mariano Moreno
                             Juan José Paso

  • Vocales : Juan José Castelli
                         Manuel Belgrano
                         Miguel Azcuenaga
                         Manuel Alberti
                         Domingo Matheu
                         Juan Larrea

Esta Junta estaba dividida en dos bandos: los Morenistas, que eran revolucionarios, proponían la libertad de prensa, de comercio, y la rápida independencia de España con la formación de un gobierno Autónomo y centralista, con Buenos Aires como autoridad.

Los Saavedristas conservadores al margen de las preocupaciones ideológicas, (regía el primum vivere, deinde philosophari, literalmente: “primero vivir, después filosofar”), no querían romper con Fernando VII.
Estos dos hombres representaban las dos corrientes políticas sociales de la Revolución de Mayo.
Un nuevo poder emergía a la vida, la sociedad política hasta entonces desconocida. Ya no era posible construir un gobierno sin el apoyo del pueblo.
El merito de nuestros patriotas fue comprender la realidad histórica y dar a la luz las ideas revolucionarias que emanaron del ejemplo de grandes procesos, tales como la revolución francesa, la industrial inglesa, la independencia de Norteamérica, Haití como nación soberana, y la propia guerra de liberación española.

Podemos decir, como simbolismo, que Mariano Moreno dentro de la revolución fue el martillo de la junta, Manuel Belgrano el yunque y entre los dos forjaron la espada de la revolución, para completar la metáfora, Juan José Castelli fue la fragua, es decir, el calor mismo de ese proceso revolucionario que perdura hasta la actualidad.

En este espacio de carta Abierta debemos recordar las palabras de M. Moreno “América del Sur ha proclamado su independencia para gozar de una justa y completa libertad, si no se dirige bien una revolución, si el espíritu de intriga, ambición y egoísmo, sofoca el de la defensa de la patria, si el interes privado se prefiere al bien general, el noble sacudimiento de una nación generaría trastornos de orden social"

En octubre 1811 se decreta la libertad de prensa. Castelli diría “la propaganda digna es importante para la construcción de la revolución, hay que salir al cruce de las mentiras, con hechos que lleven a la liberación de La Patria”.

Moreno, Castelli y Belgrano hablaban de hipocresías, intrigas y mentiras. Estaban cansados pero el ímpetu revolucionario los impulsaba, estaban construyendo un nuevo bloque histórico: la Revolución Democrática Burguesa.

Existe una memoria histórica, llevamos 200 años de esfuerzo para construir una patria soberana. Ayer como hoy, tratan de desestabilizar para continuar en la incertidumbre “por eso quiero hablar con sinceridad”, decía Cristina Fernández de Kirchner, “quiero hablar con sinceridad porque estoy cansada de hipocresías, estoy cansada de los que me quieren ayudar y vivan mi nombre de Cristina, y al otro día hacen exactamente todo lo contrario, para que esto tenga problemas o se derrumbe.” “La lealtad es moneda escasa […] por eso les digo a todos los argentinos que tenemos que profundizar las políticas, pero también tenemos que cuidar el modelo, yo creo que en la historia de los argentinos muchas veces se ha debatido con enfrentamientos estériles, con enfrentamientos inútiles, pero sobre todas las cosas, muchas veces nosotros mismos, sin darnos cuenta, terminamos socavando las bases de lo que constituye una verdadera garantía para el bienestar popular”.

Se terminó la incertidumbre. Mayo continua hacia la liberación nacional y latinoamericana.

Te dijeron “soberbia” los que juntan con pala, la plata de sus ganancias non santas, provenientes del hambre y de la soja. Te dijeron “soberbia”, por envidia, por tu mirada, tu eco constructivo, que parte del Buen Aire hacia los Andes imponentes y libertarios.
Como decía El Libertador: “Aparezco cada cien años, cuando aparece el pueblo”… Tú, Cristina Fernández de Kirchner, hoy, representas al Pueblo.


"Que florezcan mil flores.","Hasta la victoria siempre."

[1] Juan Jorge Harb


Carta Abierta

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