La dictadura cívico militar estaba “haciendo agua”, era presidente Galtieri, que se caracterizaba por ser un gran bebedor, formado en la Escuela de las Américas. El objetivo era despertar un nacionalismo sobre el nazi-onalismo existente, a partir de este se decidió tomar las Malvinas.
Todo comenzó a fines de marzo 1982, con La "Operación Rosario", bautizada así en honor a la Virgen del Rosario, u “Operación azul”, las fuerzas militares se embarcaron en la base Naval de Puerto Belgrano. Se considera que esta Operación fue el primero de muchos errores de las Fuerzas Argentinas en la guerra ya que de haberse llevado a cabo a fines de 1982, hubiera encontrado una Flota Británica incapaz de hacer frente al ataque, ya que hacia fines del año 1981 el gobierno de aquel país había anunciado el retiro de los dos portaaviones que hasta ese momento tenía en actividad. Esta Operación comenzó con una aparente victoria, cuando el gobernador británico ordenaba la rendición de las tropas inglesas: eran las 9:15 del 2 de abril de 1982. Por ese periodo, Alfredo Astiz fue destinado a las Islas Georgias del Sur, para dirigir un grupo comando llamado Los Lagartos. Pero no duró mucho... el 25 de abril, las tropas inglesas desembarcaron en las islas. Pocas horas después Astiz, ante tropas no muy superiores y al disparo del primer misil Carl Gustav de 84 mm británico, rindió incondicionalmente el pabellón argentino ante los capitanes Pentreath y Barker de las fuerzas armadas británicas. No había disparado un solo tiro.
Claro, Astiz conocido como el "ángel rubio" y el "ángel de la muerte", fue muy valiente infiltrándose en las organizaciones de derechos humanos como espía. Perteneció al GT (Grupo de Tareas) 332 que actuaba con base en la ESMA. Y entregando en la Iglesia de Santa Cruz a mujeres que luchaban por encontrar a los desaparecidos. No pasó lo mismo en las Georgias del Sur.
Volviendo a la Guerra por la recuperación de las Malvinas, el 1 de mayo comenzó la "verdadera" guerra, el bombardeo aéreo inglés al aeropuerto de Puerto Argentino. Setenta y cuatro días después de aquel 2 de abril, en medio de hostilidades y combates en el frente externo, y de la crueldad del clima de las islas, del hambre, de la violencia de buena parte de los mandos, de la imprevisión y de los obsoletos recursos armamentísticos, en el frente interno, las tropas argentinas se rindieron ante las británicas.
Esta Guerra costó la vida a 649 jóvenes argentinos y mutilaciones y heridas a casi 1.300, además de secuelas psicológicas que llevaron al suicidio a más de 350 ex combatientes.
Fue el comienzo de la destitución de la dictadura, ya que a partir de esta derrota, la junta militar se vio obligada a llamar a elecciones.
