jueves, 14 de julio de 2011

Carta abierta de Norberto Galasso para Fito Páez:

Estimado Fito:


     Comprendo tu reacción, tu bronca, tu explosión en caliente, propia de un artista. Pero así como la comprendo no la comparto. No me da ese asco ese 47% de votos macristas. Me da pena.

En todas las grandes ciudades de América Latina y de cualquier otro país dependiente, las minorías privilegiadas utilizan todo su poder para dominar a los sectores medios, para ponerlos de su lado, para infundirle falsedades. Jauretche lo llamaba la “colonización pedagógica”. Igual que a vos le provocaba grandes broncas, pero distinguió entre los promotores de la mentira y los engañados. Quizás los primeros le dieron asco igual que a vos, los otros le daban pena y trataba de desazonzarlos.

El fenómeno es semejante en Buenos Aires, como en Lima o Guayaquil y otras grandes ciudades. Hay que disputar la influencia sobre los sectores medios y destruir los mitos con los que quieren dominarlos.

Desde los letreros de las calles y los nombres de los negocios (bastar darse una vuelta por la Av. Santa Fe), desde los cartelitos de las plazas y las estatuas de los supuestos próceres, desde las grandes editoriales y los “libros de moda”, convertidos en best sellers por los comentarios pagos, desde la prédica liberal en economía y la prédica mitrista en Historia, desde las geografías exóticas y los literatos que cultivan la evasión y lo fantástico, desde la TV farandulizada y superficial, con mesas redondas de bajísimo nivel político alentada por los dueños del privilegio, desde gran parte de los periodistas vendidos al mejor postor, y académicos y catedráticos tramposos, todo ese mundo domina el cerebro de amplios sectores medios que se suponen cultos, se suponen radicalmente superiores a los “oscuramente pigmentados”, se suponen ejemplo de moral (aunque evaden impuestos, se roban ceniceros de los bares y toallas de los hoteles). Sobre ellos recae también la literatura que Franz Fannon llamaba de “los maestros desorientadores”. Vos los conocés, los Marcos Aguinis, los Asís, los Kovaddloff, y las peroratas con latines de aquel viejo comando civil que se llama Mariano Grondona y tantos otros.

Pobre gente, Fito. Con todo eso que le tiran encima a la clase media, una buena parte de ella termina votando a Macri. Están presos de un engaño enorme: creen que Macri gestiona (cosa que hace mal o simplemente no hace) y que Macri no tiene ideología (la tiene y bien de derecha). Por otra parte fue el responsable del contrabando de autos cuando dirigía empresas de su padre, además de las escuchas telefónicas, eliminación de becas y subsidios escolares, negociados con empresas constructoras (única explicación de las bicisendas), lo mismo que su molestia porque los hospitales de la ciudad atiendan a gente “morocha” del conurbano.

Se trata además, que cierta parte de la clase media vive su pequeña vida: asegurarse las vacaciones para el verano, lavar el auto los domingos con más ternura que la que le dedica a la esposa, han mejorado su nivel de vida con los Kirchner y no quieren olas, que nada cambie y creen que algo habrá hecho Macri para esa mejoría que tuvieron. No les importa que el hospital público no funcione porque tienen medicina prepaga y han sido formados en el individualismo. No les importa que en el Borda se mueran de frío porque tienen estufas de tiro balanceado, no les importa que en las escuelas públicas falten materiales porque sus hijos van a escuelas privadas donde, como “el cliente siempre tiene razón”, aprueban. Además, creen en el dios Mercado – no obstante que el mercado libre del menemismo a muchos los dejó deteriorados o fundidos- pero no comprenden a los sindicalistas y les eriza la piel cuando lo ven a Moyano. Y bueno, son así, Fito. ¿Qué le vas a hacer? Lo que no justifica su asco sino en un momento de bronca.

En la vida es necesario a veces tener asco y tener odio también. Eso me lo enseñó el confesor de Eva Perón, el sacerdote Hernán Benítez. Me decía: "Mire m’hijo. Hay que odiar. Hay que odiar a todos los que frustraron el país, lo entregaron, provocaron miseria y represión. Yo, todas las mañanas, me doy un baño, me tomo una taza de café caliente y después me siento en mi sillón y odio..."
Yo me asombraba y le decía:
"Pero, Padre, usted es un cristiano..." Y el seguía: "Sí, odio, (no asco, Fito). Odio a la oligarquía (ya lo dijo también ese talento que es Leonardo Favio en una canción), odio a Bernardo Neustadt, odio al almirante Rojas... Sabe después que bien me siento para el resto del día."
Así hablaba un cristiano de la Teología de la Liberación.

Por eso no hay que confundir al enemigo, Fito. Si hay que tener asco, tengámoslos a los responsables del aparato mediático y cultural, los que tergiversaron la Historia y la economía, los que robaron la capacidad de razonar a muchos compatriotas, no a éstos. A estos hay que convencerlos. Con la modestia que usaba Jauretche: Usted tiene que avivarse (vea 6,7,8, escuche a Víctor Hugo). Se lo aconsejo yo -decía-, que no me creo un vivo, sino apenas “un gil avivado”.

Hay que ganarlos, Fito. No ratificarles que pertenecen al bando del privilegio donde está la Sociedad Rural (¿cuando vieron una vaca esos que votaron a Macri?, ¿qué saben de la renta agraria diferencial?), y decirles como operan las grandes multinacionales y ciertas embajadas y las corporaciones mediáticas.

Los necesitamos, Fito. Comprendo tu bronca, la de un artista. Comprendéme a mí, desde la historia y la política.

Te mando un fuerte abrazo. Y te digo: en octubre, ganamos lejos.


 
Norberto Galasso

martes, 12 de julio de 2011

Cuando un poeta se va...

Cuanta violencia, cuanta crueldad y en el alma sólo restan unas pocas lágrimas de pena que siempre quedan por llorar... Pueden asesinar al poeta, pero sus palabras y su música quedan aquí, en este mundo, para recordarnos que su alma sigue viva en cada uno de sus versos y su espíritu en cada melodía...


"Este es un viaje personal que cruza, por lo general, un homenaje al ciruja, porque gracias a uno de ellos salí a caminar mi país al costado de la vía con la misma convicción e independencia de Juan el Bautista, el que predicara al costado del Jordán.

Unos años después, excitado por Whitman, salí al mundo. El mundo de los que, como Diógenes, eligieron su vida. Pude hacer mi propio viaje porque escapé del rebaño de los que trabajan en lo que no aman para poder consumir lo que no crean.

La manada que siempre pide la cruz para los iluminados como Jesús.

Cansado de las sectas, es decir, de los ricos que se juntan en corporaciones, de los obreros que se juntan en sindicatos, de los deportistas que se juntan en los clubes, de las clases que se juntan en países que dividen aún más a los hombres, inventé este tren para el individuo del que nace todo, desde la imprenta y la teoría de la relatividad a la consagración de la primavera y la maja desnuda.

Cada cual que es cada uno, sin paternalismos hipócritas, iniciaremos un viaje que no se interrumpirá mientras sigamos comprendiendo, como Krishnamurti que la revolución fundamental es revolucionarse."
Facundo Cabral

Y el Señor dijo a Abraham: "abandona tu tierra natal y la casa de tu padre y ve al país que yo te indicaré. Haré de ti una gran nación, te bendeciré y por ti se bendecirán todos los pueblos de la Tierra", El Señor dijo a Abraham:

No soy de aquí, ni soy de allá, no tengo edad, ni porvenir y ser feliz es mi color de identidad


Me gusta el sol, Alicia y las palomas, el buen cigarro y la guitarra española, saltar paredes y abrir las ventanas y cuando llora una mujer


Me gusta el vino tanto como las flores y los conejos y los viejos pastores, el pan casero y la voz de Dolores y el mar mojandome los pies


No soy de aquí, ni soy de allá, no tengo edad, ni porvenir y ser feliz es mi color de identidad


Me gusta estar tirado siempre en la arena o en bicicleta perseguir a Manuela, o todo el tiempo para ver las estrellas con la María en el trigal


No soy de aquí, ni soy de allá, no tengo edad, ni porvenir y ser feliz es mi color  de identidad


No soy de aquí, ni soy de allá, no tengo edad, ni porvenir y ser feliz es mi color de identidad


Después de andar las maravillas del mundo no hay nada como regresar a la patria y compartir la libertad que mi gente tan cara tuvo que pagar...

"Dios te salve Libertad llena eres de gracia, el Señor es contigo..."


La Plata - Buenos Aires Argentina: 22/5/1937
Ciudad de Guatemala: 9/7/2011

"Dios te salve Facundo lleno eres de gracia, el Señor es contigo..."