lunes, 16 de noviembre de 2009

Comentario realizado en el Programa Carta Abierta, por LRA Radio Nacional (La Pampa)

sábado 7 de noviembre de 2009 [1]

Decíamos en intervenciones anteriores que el problema que se está discutiendo en Argentina es la cuestión de la RENTA, de la riqueza nacional.

Siempre a sido así, lo que pasa es que durante mas de 30 años, el ciudadano, el hombre político y social había mutado en “consumidor”, el pueblo se había convertido en “la gente”, no estaba habilitado para discutir nada, su función era trabajar y consumir lo que pudiera, sin CRISPACIÓN por favor, porque la crispación molesta a quienes están disfrutando de su renta, lo mismo que el caos de tránsito.

¿Y la distribución de la riqueza? Bueno, esta iba a hacerse efectiva cuando la copa derramara, como se decía, o sea la riqueza iba a ser tanta cuando se privatizara todo, se rifara el país y entraran grandes capitales, gracias a las “relaciones carnales”, que el derrame de riqueza iba a alcanzar a todos.

Para lograr estos milagros se cambió la legislación laboral por lo que llamaron “la flexibilización”, se asignaron enormes cantidades de dinero a unos pocos y a esto se le llamó “incentivo a la inversión”

Antes de la dictadura el 70% de la población recibía el 40% de la producción nacional. En el 2001, ese mismo 70% había caído al 22%. Así impusieron esta distribución de la RENTA.

Este es llamado sistema de “mercado libre”, que hizo crisis en Argentina en el 2001 y en el resto del mundo ahora.
Lentamente se comienza a comprender que un proyecto sustentable no puede sino asentarse en la distribución de la riqueza y sólo el Estado puede garantizar los derechos sociales del conjunto.
La recuperación de cierta autoridad política sobre la economía por parte del gobierno permiten una serie de medidas que van en el sentido de la redistribución de la renta.

Esto dispara la histeria de una reacción conservadora acostumbrada durante tantos años al disfrute de la riqueza nacional sin oposición ni crispaciones.

Sin embargo la promulgación de la Ley de Medios y el Decreto de la Asignación familiar universal muestran firmeza en el camino de mejorar la vida del conjunto de los argentinos.

Despacio vamos yendo hacia un país en el que vale la pena vivir, imposible de lograr si hay 20 millones de argentinos bajo la línea de pobreza, para esto a nivel de la sociedad se ha iniciado el debate tan postergado ¿Cómo incluir a los excluidos?. Como distribuir la Renta.

Aunque Biolcatti con actitud de comandante diga que “Hay que poner fin a la confiscación de la renta”, cinco millones de chicos recibirán ciento ochenta pesos mensuales.

[1] Ing. Raúl gallo

No hay comentarios:

Publicar un comentario