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Estamos viviendo desde lo político un momento de polarización, pero no es negativo, mas bien esto significa que estamos con vida, que se acabaron los años de parálisis. Parálisis impuesta por la desaparición y muerte de una generación de futuros dirigentes, provocadas por la salvaje dictadura cívico militar del 76 al 83. Golpe que se gestó debido al avance del campo popular, este avance fue necesario acallarlo con represión, dado que era imposible implementar el modelo económico conservador neoliberal que sólo favoreciese a las minorías.
De la represión, se pasa a la imposición del pensamiento único, de la política neoliberal de la década del 90. Pero hubo un despertar en las movilizaciones del 2001, donde se dijo “basta”. Este despertar tuvo su costo de 30 muertes y el desprecio hacia quienes habían ejercido hasta esos momentos los diferentes gobiernos, este desprecio se proyectaba en el “que se vayan todos”.
A partir de esos momentos se produjo un proceso de reacomodamiento y de recomenzar a pensar en la política como algo posible. Tal como se dice “Vuelve la política, no como sentido de unos pocos para llenarse los bolsillos, sino como una herramienta de liberación”, con un sentido ético, que ha vuelto a enamorarnos, a meterse a través de los poros de la piel.
Estamos orgullosos de que haya una Corte Suprema de Justicia independiente, de que a pesar de todos los atropellos que se escuchan contra quienes nos gobiernan no exista represión, de que seamos el país con mayor equidad social en el continente, que exista una asignación Universal por Hijo que haya posibilitado disminuir la pobreza y la indigencia. Estamos felices que cada estudiante de secundario de todo el país llegue a tener una netbook, de que exista la posibilidad de desendeudamiento de la nación y de las provincias, de la recuperación del salario y cerca de 12 mil negociaciones paritarias realizadas y en marcha. Por eso apoyamos el modelo nacional y popular.
Así mismo nos fortalecen las intensas relaciones con los países hermanos de América Latina a través del Mercosur y “el sobretodo” de la Unasur y que haya sido elegido por unanimidad Néstor Kirchner como primer Secretario General del flamante organismo latinoamericano (la Unasur).
…Pero no todos están felices con la implementación de estrategias del modelo nacional y popular y lo demuestran agitando el fantasma del miedo, asemejando esta democracia, que tanto nos costó, a una dictadura, hablan de “crispación” . Sabemos que todo proceso de transformación genera discrepancias, sobre todo cuando se tocan intereses económicos. Tenemos como ejemplo inmediato la reacción de estos intereses ante la Ley de Medios Audiovisuales, ley en la que intervino todo aquel que quiso opinar en todos los foros y que fue aprobada por amplia mayoría en el Congreso de la Nación. Para evitar su implementación los monopolios recurrieron casualmente a través de sus personeros, a jueces que tienen sus antecedentes en la dictadura cívico militar y que han retrasado su implementación, pero sólo retrasado.
La felicidad que nuevamente se haga política ha llevado a desarrollar nuevas formas, se han roto las tradicionales, hay intersticios que se están aprovechando: los correos electrónicos, el facebook, los mensajes telefónicos que posibilitan manifestarse sin la necesidad del representante político que lleve a las manifestaciones, ahora hay espontaneidad. Y la hemos visto como se reunieron en forma espontánea miles y miles de personas en defensa de la Ley de Medios, en realidad pensamos que es en defensa de un modelo económico político social.
A partir de estas ideas tenemos por delante muchos desafíos, en lo inmediato la ley de Servicios Financieros para el Desarrollo Económico y Social que apunta a reemplazar la ley de Entidades Financieras que rige desde 1977.
Sabemos que su tratamiento va a traer muchas discusiones y negativas, así como ocurrió con la ley de medios, dado que toca muchos intereses económicos. Pero debemos, así como lo hicimos con ella, participar todos en sus análisis, sus discusiones para comprenderla y apoyarla.
Así mismo es necesario entre todos pensar estrategias para enfrentar el discurso y el accionar de la derecha reaccionaria que está fomentando la creencia de que existe inseguridad, inflación, etc.,etc. El objetivo con la mentira es desestabilizar, estamos ante una guerra sucia, psicológica, desinformadora, cuyo origen está en los “dueños de las noticias“, y que impactan en la subjetividad de las personas, en el humor social, en las opiniones.
Estos son objetivos que nos hemos fijado para el trabajo de este año de Carta Abierta la Pampa
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