martes, 21 de diciembre de 2010

¿Por qué se llegó al 20 de diciembre del año 2001? [1]

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El 20 de diciembre pero en el año 2001, en medio de una gran crisis económica, saqueos e incidentes con muertos y heridos, renuncia el presidente de Argentina Fernando De la Rúa.
Pero es necesario que hagamos un poco de historia, par recordar cómo fueron los acontecimientos que fueron gestando estos días trágicos y que concluyeron con la renuncia del Fernando de la Rúa, y su ida en helicóptero mientras en la Plaza de Mayo y sus alrededores se sucedía la represión y la muerte.

La fórmula De la Rúa-Álvarez candidatos de la Alianza, fueron electos el 24 de octubre de 1999, con el 48,5% de los sufragios, contra el 38,09% del binomio peronista Eduardo Duhalde-Ramón Ortega.

Nos preguntamos ¿A que se debió esta victoria?. Por un lado al fuerte rechazo público hacia la figura de Carlos Menem, así como también al deterioro de la situación económica del país.
Recordemos que a Fines del año 1999 hubo una caída del PBI de alrededor de 3,4 puntos porcentuales respecto al año 1998.

El desempleo en esos momentos de 1999 se acercaba al 14 por ciento, luego de haber alcanzado, algunos años antes, la cifra récord de 18,6%.

La pobreza había sido triplicada en proporción a la existente antes de llegar Menem al poder allá en los comienzos de la década del noventa.

El país tenía serios problemas en materia educativa y sanitaria, y la dirigencia política tenía una mala imagen pública.

Además, el gobierno peronista de Menem al finalizar su mandato dejó un elevado déficit fiscal, con un rojo de más de mil millones de pesos.

Una deuda externa del orden de los 150 mil millones anuales con vencimientos de casi 25 mil millones en el año próximo.

Todo este panorama facilitó la llegada de De La Rua – Alvarez al gobierno Ya desde los primeros momentos, De la Rúa tomó severas medidas de ajuste con el propósito de sanear las finanzas.

El aumento impositivo decretado sobre las clases medias y altas hacia enero de 2000, fue parte de un paquete que procuró en general mejorar la economía, así como atender deudas pendientes como el Fondo para el Incentivo Docente, pero esto resultó sin embargo insuficiente para resolver el deterioro de las finanzas públicas.

Además de la grave crisis económica, el sistema político aparecía jaqueado en su conjunto a partir de la renuncia en octubre de 2000 de Carlos “Chacho” Álvarez, vicepresidente y líder del Frepaso. Dicha renuncia tuvo lugar en medio de un escándalo donde se denunciaron supuestos sobornos en el Senado para aprobar una polémica ley de reforma laboral.

Recordemos que los objetivos de la Ley de Reforma Laboral eran por un lado debilitar el poder gremial de los sindicatos grandes en favor de los pequeños y por otro bajar los costos laborales.
La fuerte resistencia del justicialismo a votar el proyecto de Ley llevó a modificaciones que atenuaron casi totalmente su efecto sobre la estructura gremial. En estas negociaciones participaron el entonces ministro de trabajo Alberto Flamarique y también el líder sindical Hugo Moyano.

Moyano se opuso con firmeza a la reforma, argumentando que la misma tendría como consecuencia una rebaja de los salarios y que estaría impulsada por el Fondo Monetario Internacional. Flamarique intentó conseguir el apoyo del sindicalismo prometiendo que los gremios nacionales seguirían siendo los destinatarios de la cuota sindical que aportan los afiliados, pero esto dividió internamente a la CGT ( es aquí donde aparece la denuncia de Moyano sobre la famosa Banelco).

Pero la renuncia del vicepresidente Carlos Álvarez produjo un quiebre en la Alianza, quiebre que se profundizaba en el Parlamento: allí, la escasa mayoría que tenía el oficialismo en la Cámara de Diputados se iba reduciendo mes a mes a medida que legisladores de partidos de centro-izquierda iban abandonando la coalición por diferencias políticas con el estilo de gobierno llevado adelante por De la Rúa. Este solicitó ayuda complementaria al Fondo Monetario Internacional (FMI) y a los bancos privados para reducir la presión de la deuda externa. En diciembre de 2000, el ministro de Economía José Luis Machinea negoció un paquete de salvataje de cerca de 40.000 millones de dólares, conocido como Blindaje financiero.

La situación política en general era desfavorable. En el Senado la mayoría era del Partido Justicialista. En la Cámara de Diputados se tenía la mayoría pero ésta era mínima. Además la mayoría de las provincias argentinas tenían gobernadores propios del PJ. El sindicalismo realizó 7 paros generales durante el gobierno delaruista.

En marzo de 2001, ya con desvíos en las metas presupuestarias del primer trimestre del año se produjo el alejamiento de José Luis Machinea del Ministerio de Economía y se nombró para el mismo al hasta entonces ministro de defensa Ricardo López Murphy, un liberal que duró apenas 16 días en el ministerio de Economía. A López Murphy lo sucede Domingo Cavallo, que ya había sido Ministro de Menem y había aplicado políticas de enfriamiento de la economía con la idea del derrame. La experiencia de esa época fue muy triste, pero Cavallo en esta nueva etapa inicia su gestión prometiendo un crecimiento anual del 5% e intentando rebajar impuestos distorsivos y reanimar la industria, en lo que presentó como "Planes de Competitividad”, pero en julio de ese año, debido a la presión fiscal y la imposibilidad de normalizar la economía, Cavallo viró hacia una fuerte ortodoxia económica. A mediados de ese año el Gobierno logró la aprobación parlamentaria de la ley de intangibilidad de los depósitos bancarios. En octubre la desocupación había trepado al 18,3%.A fin de año las reservas internacionales del BCRA bajarían a cerca de 20 mil millones de dólares. En este marco de amplia problemática política y económica, se produjeron las elecciones legislativas de 2001, el Justicialismo se impuso con el 40 por ciento en todo el país, contra el 24% de una diezmada Alianza que perdió más de 4.500.000 votos respecto de lo logrado apenas dos años antes. El voto en blanco o nulo alcanzó cifras récord en la historia de la democracia argentina: la combinación de voto en blanco, voto nulo y ausentismo se elevó al 41%, equivalentes a 10,2 millones de argentinos.

En noviembre, el gobierno de De la Rúa inició una reestructuración de los compromisos de la deuda externa, denominada "Megacanje". Hacia fines de ese mes, el agravamiento inusitado de la situación económica, Para frenarlos, el ministro de Economía impuso restricciones que implicaban el congelamiento de los fondos depositados en los bancos, medida conocida como el "corralito".

La medida fue promulgada el 1 de diciembre y originalmente permitía sólo un retiro de 250 pesos en efectivo semanales, la prohibición de enviar dinero al exterior del país y la obligación de realizar la mayor parte de las operaciones comerciales mediante cheques, tarjetas de crédito o de débito.

Hacia el 19 de diciembre, la situación social se volvió incontrolable, con saqueos y desmanes en los puntos más importantes del país. La rebelión popular, sumó el apoyo de la clase media, histórico bastión electoral del radicalismo. A la medianoche renunció el ministro de economía Domingo Cavallo. El 19 de diciembre de 2001, el Presidente Fernándo de La Rúa declara el Estado de Sitio. El 20 de diciembre la Ciudad de Buenos Aires, el Gran Buenos Aires y otras provincias estaban desbordadas la represión policial produjo alrededor de 30 muertos y más de dos mil heridos. El Presidente de La Rua había perdido definitivamente el respaldo de la mayoría de su propio partido, intentó convocar al justicialismo a un acuerdo de gobernabilidad.
El rechazo del PJ decidió a De la Rúa a presentar su renuncia al Parlamento a las 19.45 horas del 20 de diciembre de 2001, cuando no había completado sino apenas la mitad de su mandato constitucional y en la plaza de Mayo seguían los enfrentamientos.


[1] Noemí S. Olivera

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