23 de septiembre (1)
Carta Abierta en los días previos a las elecciones legislativas identificó con claridad la situación en su Carta V que tituló “Profundización de los Cambios o Restauración Conservadora”.
El resultado electoral puso en el centro de la escena política a una oposición que, motorizada por los medios de desinformación masiva, anunciaba la huida en helicóptero del gobierno democrático y disfrutaba anticipadamente de la restauración conservadora inminente.
Todos recordamos los exabruptos de Biolcatti, Grondona, y varios, muchos varios más. Que se sumaban a los vaticinios apocalípticos de políticos y periodistas representantes de las corporaciones económicas.
Mientras tanto, había opiniones de especialistas como Krugman, el premio Nóbel de Economía que decía que el gobierno había hecho un digno trabajo al atravesar la crisis internacional sin que ésta nos inflija un daño catastrófico.
A apenas 3 meses de todo esto la situación es sensiblemente mejor.
¿Que pasó?
Por parte del gobierno el envío al congreso de la ley de medios. El apoyo a la democracia en Honduras, el rechazo a la instalación de bases militares extranjeras en América Latina, la decisión respecto a la televisación del fútbol, y el manejo económico mostraron gestión firme en el sentido de la profundización de los cambios iniciados.
Insisto: en el sentido de la profundización de los cambios iniciados.
En la oposición, en cambio, luego de las “bravuconadas” del triunfo, lo que se profundizó fueron las diferencias, quedando sus referentes como voceros evidentes de los intereses de los multimedios o de las corporaciones rurales o industriales. Como voceros de intereses corporativos, en definitiva, en ningún caso de los intereses del conjunto de la población.
Resaltamos esto: los referentes de la oposición han insistido en la defensa de los intereses de algunos grupos económicos a costa de los del conjunto.
Podemos decir que una decidida acción en el sentido de la “profundización de los cambios” alejó notablemente la posibilidad de la “restauración conservadora”, y esto es visto así cada vez con más claridad y por más cantidad de argentinos.
Estamos en medio de una compleja situación internacional que requiere manejos precisos. Veamos como desde un punto de vista más general lo ve el lingüista norteamericano Noam Chomsky
“América Latina, dice, es hoy el lugar más estimulante del mundo. Por primera vez en 500 años hay movimientos hacia una verdadera independencia y separación del mundo imperial; se están integrando países que históricamente han estado separados. Esta integración es un prerrequisito para la independencia.
Históricamente, Estados Unidos ha derrocado un gobierno tras otro; ahora ya no puede hacerlo”.
Además afirma que junto a esto se esta dando “Otro cambio, aunque atropellado, que es la superación de la patología real en América Latina, probablemente la región más desigual del mundo. Es una región muy rica, siempre gobernada por una pequeña elite europeizada, que no asume ninguna responsabilidad con el resto de sus respectivos países. Esto se puede ver en cosas muy simples, como el flujo internacional de capital y bienes. En América Latina la fuga de capitales es casi igual a la de la deuda.”
No es extraño que esta elite intente la restauración conservadora. Pero el momento es propicio para los pueblos.
¿Sabrá el nuestro entenderlo así?
Hay signos alentadores.
Pese a los augurios que fatigan las pantallas y las radios, tendremos que coincidir con Chomsky, nos toca vivir en el momento y en el lugar más estimulante del mundo y estamos avanzando.
Otra vez y con más ánimo entonces: la restauración conservadora de esta elite parasitaria será imposible si todos nos esforzamos en la profundización de los cambios ya iniciados.
(1) Ing. Raúl Gallo
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