Analizando las políticas desarrolladas en los últimos años, este 2011 será un año crucial, dado que las elecciones deberán posibilitar su profundización.
Uno de los proyectos que distingue a los gobiernos de Néstor y Cristina, es el de que la distribución de la riqueza sea equitativa, con el objetivo de revertir los daños sociales que provocó la política económica neoliberal, que marcó la economía de Argentina desde uno o dos años antes de la dictadura militar de 1976. En esos períodos fueron los trabajadores los más golpeados y vulnerables en las relaciones laborales, dado el alto nivel de desempleo y los altos niveles de empleo no registrado, digamos “trabajo en negro”. Según los investigadores Walter Escudero y Sergio Petralia (CEDLAS) [2] “en los últimos 30 años, la Argentina experimentó drásticos cambios en su distribución del ingreso, donde predominó mayormente un largo período de aumento de la inequidad y la pobreza, con un escenario de recuperación luego de 2003”. Esto impactó también en la clase media que fue perdiendo su predominio social con el crecimiento de la pobreza.
La brecha entre las familias de menores recursos y los más ricos era doce veces mayor en el año 1975, luego vino la dictadura con las políticas neoliberales, la convertibilidad y en el año 2003 alcanzó su pico máximo donde la desigualdad entre las familias pobres y ricas llegó a ser 32 veces mayor...
En la actualidad todavía persisten niveles desigualdad en la distribución de la riqueza que genera el país, pero el ciclo económico que se inició en el año 2003 con el gobierno de Néstor Kirchner permitió un cambio en el comportamiento de los indicadores sociales ligados a la equidad distributiva. En la actualidad los datos indican que el 10% de las familias de menores recursos recibieron en el año 2010 ingresos que son, en promedio, casi 17 veces menores a los del 10% de los hogares más ricos. Uno de los ejes que llevaron a estas cifras fue, entre otras políticas la implementación de planes sociales, como la asignación Universal por Hijo (AUH).
¿Cuáles son algunos de los resultados de la puesta en marcha del AUH? Lo reciben 4,5 millones de niños. Con ésta asignación se estaría logrando uno de los objetivos fijados que es la reducción drástica de la indigencia, cuya tasa cayó más del 50%.
Según el informe del Centro de Investigación y Formación de la República Argentina (CIFRA) indican que con esta asignación se produjo la disminución a poco más de la mitad de la indigencia en la población, permitiendo que abandonen dicha condición 1,4 millones de personas. Recordemos que se considera indigente aquellas familias que no logran satisfacer las necesidades alimentarías.
Si se consideran los niveles de pobreza, es decir aquellas familias que no logran cubrir las necesidades básicas (vivienda, educación, etc), con la AUH la tasa de pobreza cayó en un 13%, llevando el porcentaje de población bajo esa línea desde el 24,8% al 21,6% a fines de 2010. Estarían abandonando la situación de pobreza de más de 1,3 millones de personas. Entre los niños y adolescentes, la incidencia de la pobreza se reduciría de 37,5% al 31,7%.
Pero estos programas también fueron desarrollados con éxito en otros países. En Brasil, que con su programa “Bolsa Familia” como único programa social, entre los años 2003 y 2009, la pobreza ha disminuido del 22 por ciento de la población a 7 por ciento.
Lo mismo sucede en México, con el programa “Oportunidades” donde se otorgan pagos regulares a las familias pobres, en forma de efectivo o transferencias electrónicas en sus cuentas bancarias, si cumplen con ciertos requisitos. Hay una disminución de la desnutrición, se redujo el retraso del crecimiento, así como la mortalidad infantil.
Todos estos programas tanto los de Argentina, como Brasil y México tienen requisitos: tales como mantener la escolaridad, controles médicos, vacunación completa, etc. Los resultados contradicen a aquellos comentarios que dicen que los programas sociales no funcionan en los países pobres y que la mayoría de lo invertido en ellos, es desviado previamente, o se lo “chupan”, o gastan en drogas, etc...
Con respecto a nuestro país, donde se han ido consolidando y han avanzando las políticas nacionales y populares, el año 2011 será un año crucial para la profundización de la etapa fundada en el año 2003, se considera fundamental la ampliación de una mayor base de sustentación, la posibilidad que un mayor número de ciudadanos se incluyan socialmente y la recuperación del Estado, que será posibilitado por estas expectativas.
[1] Noemí S. Olivera
[2] Centro de Estudios Distributivos, Laborales y Sociales (CEDALS)
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