miércoles, 22 de agosto de 2012

Desaceleración de la economía [1]

La desaceleración de la actividad económica, genera un estado de incertidumbre que abarca a diferentes sectores sociales, tiene su explicación: primero por factores externos, como la crisis en las economías de Europa y de los E.E.U.U., el menor crecimiento de China, y Brasil, (dos socios importantes). Segundo, cuestiones locales: se habla de la restricción a las importaciones y del mercado cambiario que afecta la producción.

Estados Unidos, tras una amarga recuperación entre 2010 y 2011, vuelve a transitar por un estancamiento preocupante, la crisis del campo por la gran sequía, los Homeless, la desocupación, en síntesis la crisis del capitalismo que se proyecta en menor importación y menor consumo interno entre otras cosas. Por otro lado en Europa se produce la caída del Euro, el “impuestazo” en Grecia, Italia, Portugal, España, con el objetivo de rescatar a los bancos. En España el pueblo salió masivamente a las calles, con consignas como “Rajoy raja“, “¡vayan a robar a los bancos y no al Pueblo!”, “basta de recortes”, etc.

China comienza a desacelerar su crecimiento, del 14 al 7,4 %. Brasil ya había mostrado una fuerte desaceleración en 2011, este año entró en franco estancamiento. En el primer trimestre, la economía registró un crecimiento anual de apenas 0,6 por ciento, pero ya se anticipa que los datos del segundo trimestre mostrarán una tasa cero de variación anual. La caída del indicador industrial de junio, en nuestro país, obedece a la merma en la venta de autos a Brasil.

Políticas macroeconómicas “contra-cíclicas”

Frente a esta incertidumbre, el Gobierno se ha propuesto como meta defender principalmente el mundo del trabajo, mantener el poder adquisitivo, negociaciones paritarias, y que lo conseguido por estas, no sea neutralizado por los aumentos de los precios.

Un eje importante es la defensa del empleo, proteger cada puesto de trabajo frente al embate que se puede proyectar ante la crisis mundial. Tarea que no sólo abarca a las carteras de Trabajo y de Economía, sino también a las de Planificación Federal y de Interior y Transporte y áreas como el Banco Central y ANSES. Esta acción forma parte de la contraofensiva para evitar que “los trabajadores paguen el costo” de una crisis que ya se define, en expresiones oficiales, como “una catástrofe económica mundial”.

El viernes 20 de julio, Axel Kicillof, secretario de Política Económica, en el lanzamiento de la primera adjudicación de créditos para la vivienda del Programa Pro.Cre.Ar., manifestó, que “habrá una repercusión directa sobre nuestras exportaciones, que son una fuente de demanda importante de nuestra producción, por lo que la crisis involucraría en sus efectos al nivel de empleo”.

Ya se están sorteando créditos, la intención es poner en marcha las obras, dado que el sector de la construcción es uno de los más sensibles por nivel de ocupación, pero también es el más significativo por su efecto multiplicador, que impacta en la reactivación de otros sectores. La construcción no es un sector “exportador”, pero interactúa con el resto de la economía como ningún otro.

Otra medida “macro” de la estrategia, es el Plan de créditos a la inversión productiva, que obliga a los bancos a destinar el 5 % de los depósitos a préstamos con ese destino, el 50 por ciento al menos a favor de PYMES. El monto es de casi 14.900 millones de pesos, y hay una convicción firme en el gobierno que si se logra que los bancos cumplan con su parte, el impulso se hará sentir sobre la actividad económica.

Un tercer elemento de esta política, con un efecto demostrativo importante, es el plan de obras para el Ferrocarril Sarmiento. Es un plan de 800 millones de pesos, que recae sobre un sector muy relegado, por lo que se confía en que promueva un cambio de expectativas importante en sectores PYMES ligadas al sector.

Un cuarto factor, es el cambio de paradigma incorporado en el traspaso del control de YPF a manos del Estado. Su presidente, Miguel Galuccio, ratificó el plan de inversiones por 3500 millones de dólares para el corriente año. Gran parte de su ejecución será volcada al pago a proveedores de servicios, equipos, materiales e insumos de origen local, actividad que no hizo Repsol, a través del manejo de YPF.

Otro sector, el agropecuario, que navega en aguas menos turbulentas, pero continua con los lamentos, es el de los dirigentes de la Sociedad Rural, Hugo Luis Biolcati, y sus socios de la Mesa de Enlace (políticos conservadores) que se quejan del panorama agropecuario… precisamente cuando los valores internacionales de los principales productos del agro argentino (soja, trigo y maíz) alcanzaron record históricos. La soja, el principal producto del campo, alcanzó un pico no esperado, con los precios actuales para un campo de 100 hectáreas ubicado en una buena zona sojera, el ingreso mínimo alcanzaría los 48.000 dólares, que por el tiempo de la cosecha (seis meses) equivale a unos 36.600 pesos mensuales aproximadamente.

A pesar de los pronósticos agoreros de personajes tales como Ricardo Arriazu, quien planteaba en una charla en el Instituto Petroquímico Argentino que divisaba una tendencia a la caída en los precios de los granos para 2012. En el mismo encuentro, Carlos Melconian explicó los motivos: “la relación stock-demanda de soja para el mundo caerá el año que viene según el Departamento de Agricultura de Estados Unidos”, aseguraba que la corrección de los desequilibrios globales impactará negativamente sobre los commodities. En otra oportunidad estimó que la caída de la soja es apenas una de las manifestaciones de la crisis mundial en curso. Por otra parte Miguel Angel Broda escribió que “ingresarían 3500 millones de dólares menos que en 2011 por la caída de los precios” de los commodities agrarios si la economía del mundo se complica. Con planteos similares se manifestaban Nadín Argañaraz, director del Instituto Argentino de Análisis Fiscal, Juan Luis Bour de FIEL (consultora Ecolatina), Miguel Kiguel de la consultora Econviews. La consultora LCG, de Martín Lousteau, la consultora Econométrica de Mario Brodersohn, Javier González Fraga, Martín Redrado, y Alfonso Prat Gay, entre otros.

Los meses que restan del año 2012, así como los primeros del 2013, deberán ser testigos de decisiones vitales a la resolución de la cuestión nacional. De los 117.315 millones de pesos que podría generar la soja en 2013, al Estado le corresponderían, en concepto de retenciones, unos 35.194 millones. Más del 60% de la renta quedará en poder de las grandes exportadoras, los pooles de siembra y el sector concentrado y reaccionario de los productores. Por otro lado tenemos valores como el del trigo que alcanzó los U$S 348 por tonelada y el maíz los U$S 320 por tonelada. Se estima que la cosecha de granos puede alcanzar 115 millones de toneladas, que a precios actuales implicaría el ingreso de divisas de 40 mil millones de dólares.


Andando por los campos de soja del Señor...

A pesar del voto "no positivo" del ex-vicepresidente Julio Cleto Cobos contra la Resolución 125, el gobierno Nacional y Popular de Cristina Fernández de Kirchner ha tomado medidas ventajosas en política de Estado que se proyectaron en el desarrollo del campo, así en octubre de 2009, la entonces Secretaría de Agricultura, Ganadería y Pesca se elevó al rango de Ministerio de la Nación. En mayo de 2010 se fijaron los lineamientos del Plan Estratégico Agroalimentario y Agroindustrial 2010-2016 y en febrero se puso en marcha la instrumentación del Plan Federal del Bicentenario de Ganados y Carnes.

En marzo de 2012, la Presidenta anunció inversiones por préstamos del BID de más de 1000 millones de pesos para el sector agropecuario destinados a mejoras en el sistema de riego y caminos rurales, un mes después, China autorizó la importación de maíz argentino (es el segundo país habilitado para hacerlo).

En materia de política exterior, Argentina profundizó las relaciones bilaterales y comerciales con la India para promover la comercialización de aceite de soja, logrando que el país fuera considerado un “proveedor confiable importante”.

La renta agraria es el excedente social estratégico para liberar las fuerzas productivas del país y modernizar su economía, en un contexto de reindustrialización sostenida, con justicia y equidad social. Sabemos que no todos los productores van a recibir esa riqueza, como pasa en cualquier otra actividad, pero en el contexto de la crisis internacional, los lamentos del campo suenan absurdos, provocativos y desestabilizadores.

Desde Carta Abierta La Pampa reflexionamos: La opción es seguir con este modelo de crecimiento Nacional, Popular y Democrático, que rompió las cadenas de opresión económica y financiera o tomamos el ya conocido modelo neoliberal anarco, agro banquero, que fue paralizante y destruyo nuestra economía, o sea al país.

Una vez más, el pueblo es el que elige.

[1] Juan J. Jorge HARB

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