sábado 3 de octubre de 2009 (1)
En muchas oportunidades dijimos que Argentina enfrentaba esta crisis internacional, luego de haber vivido una local similar en el 2001. En las dos, lo que cae, es el neoliberalismo. Esa doctrina impuesta, por los poderosos, a sangre y fuego y mantenida con la inestimable ayuda de los medios de desinformación masiva.
Lo extraño, después de tanto tiempo, es que las corporaciones locales sigan insistiendo con esa concepción. No puede decirse lo mismo de Merkel en Alemania o de Sarkozy en Francia, ambos reaccionando con rapidez adoptaron políticas sociales y pusieron en práctica una regulación financiera más estricta. Lo que muestra que los sectores dominantes de aquellos países son más rápidos para reconocer algunos errores, antes que el reclamo social los arrase.
Lo que quiero decir es que la actitud de los neoliberales argentinos, como en toda Latinoamérica, es suicida, no quieren creer que la impunidad con que se movieron hasta ahora está llegando a su fin.
El grupo Clarín, que asume la dirección política de este sector, así como lo hizo la mesa de enlace cuando la 125, intenta hacer aparecer como el causante de todos sus males a Kirshner y con esto cree poder dejar en las sombras un proceso colectivo, casi se podría decir que hasta independiente de los partidos políticos, que por abajo impulsa el cambio.
Y esto es lo que nos interesa destacar, se ve muy claro por ejemplo, en el proceso que recorre desde los ·80 la nueva ley de medios –que despectivamente llaman ley K-, discutida y empujada por tantos sectores de la sociedad.
Con una situación económica segura frente a la crisis mundial, en una Latinoamérica que enfrenta con éxito al golpismo, y con una situación social que empuja hacia la democracia y la igualdad, que reclama por transparencia, por mejoras en la salud, en la educación, en la lucha frontal contra la pobreza es de esperar que estas elites parasitarias vayan quedando cada vez mas expuestas y sus políticas excluyentes mas desprestigiadas.
Es tiempo de asegurar las conquistas logradas e ir por más
Este es un tiempo lleno de posibilidades. Los sectores que van siendo desplazados de los privilegios de los que abusaron todos estos años opondrán una resistencia feroz, los vimos en acción contra las retenciones, cuando la estatización de las AFJP, contra la liberalización de los derechos de televisación del fútbol y ahora contra la ley de medios.
La batalla seguirá siendo dura, pero los tantos se aclaran. Aunque los multimedios sigan titulando que nos acercamos al infierno, los sectores que apoyaron la ley de radiodifusión en los debates, permiten pensar que puede reconstruirse un gran movimiento nacional que impulse las políticas necesarias que permitan recrear los sueños de vivir en un país más democrático y más justo.
(1) Ing. Raúl gallo
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