30 de abril de 2009 (1)
Los medios de comunicación nos están invadiendo con la enfermedad del Dengue
En un trabajo reciente el Ingeniero Agrónomo Alberto Lapolla vincula la epidemia de dengue con la sojización.
Dicho profesional plantea que el mapa de la invasión del mosquito es paralelo al mapa de la “República Unida de la Soja”, definida así por la multinacional Syngenta, siendo los países afectados: Bolivia, Paraguay, Argentina, Brasil y Uruguay.
En estos países el poroto transgénico de Monsanto se fumiga con el herbicida glifosato, (N- fosfonometil glicina) y con otros herbicidas, que han sido clasificados por Agencia de Protección Medioambiente (EPA) como altamente tóxicos (Clase II)
Estos herbicidas inhiben, por un lado, una enzima que impiden que las plantas elaboren tres aminoácidos aromáticos esenciales para su crecimiento y desarrollo, y por otro, matan peces y anfibios, sapos, ranas, escuerzos. Estos animales que son los predadores naturales de los mosquitos, de los que se alimentan tanto en su estado larval como de adultos, han ido desapareciendo en la pradera pampeana y en los cursos de agua principales, ríos, arroyos, lagunas y bosques en galería. Esto es paralelo al elevado número de peces que aparecen muertos o con deformaciones físicas y graves afectaciones en su capacidad reproductiva.
A todo lo mencionado se suma la deforestación en las áreas boscosas y de monte del Noreste y el Noroeste de nuestro país, que llevó a la destrucción del equilibrio ambiental, y el refugio y hábitat natural de otros predadores de los mosquitos, lo cual por consiguiente se proyecta en un aumento descontrolado de su población.
Estudios recientes realizados por el investigador Andrés Carrasco - Doctor en Medicina e investigador del Conicet, demuestran que el glifosato en dosis muy inferiores a las que se emplean en la agricultura produce gravísimas alteraciones embrionarias. Estas investigaciones las efectuó el laboratorio de embriología molecular, con sede en el Instituto de Biología Celular y Neurociencias de la Facultad de Medicina, en la Universidad de Buenos Aires (UBA).
La difusión de su estudio dio lugar a virulentas reacciones agromediáticas de medios oligopólicos quienes descalificaron la investigación. A esto se suma que el investigador Carrasco fue víctima de un acto intimidatorio en la propia Facultad de Medicina, donde cuatro hombres llegaron hasta su laboratorio e increparon a una colaboradora de Carrasco. Así como amenazas dejadas en su teléfono particular.
Sobre el tema existe preocupación, ya que millones de seres humanos, por el denominado plan Soja Solidaria, se alimentan con soja elaborada en forma de milanesa, hamburguesas, fideos, yogur y queso, y ¿reciben inevitablemente su dosis de glifosato?.
En Argentina, lo paradojal es que…
la soja transgénica fue autorizada por Felipe Sola en sólo 81 días en el verano de 1996. Con 136 folios del expediente, 108 son de Monsanto, en inglés y sin traducción. ¿Que tal?
Bueno Business are Business, negocios son negocios, que venga el Dengue y ahora la Influenza Porcina.
La pregunta es: si los cerdos se alimenta con soja, perdón con glifosato, ¿que pasa con el sistema inmunológico de los animales?, ¿qué pasa con la carne de cerdo que se utiliza para alimento? El Sr Dillon Director de SENASA informa preocupado que el 70% de la soja de Argentina se vende a China, mayor productor de carne porcina, a buen entendedor pocas palabras…
CA llama a la reflexión es necesario “no permitir negocios a costa de la salud del pueblo”
(1) Juan J. Jorge Harb- Psiquiatra
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